El posible regreso de los bonos
▃ El tema principal a debatir este año es una disposición del acuerdo de París conocida como artículo 6, que permite el uso de un mercado global de carbono para ayudar a los países a reducir las emisiones y financiar medidas que reduzcan las emisiones en los países en desarrollo.
Los mercados de carbono existen desde el protocolo de Kyoto de 1997. La idea general es que los países ricos podían cumplir sus objetivos mediante la compra de créditos de carbono que se otorgaban a proyectos que reducen las emisiones en el mundo en desarrollo.
De esta manera, las naciones ricas ganaron tiempo y las naciones más pobres obtuvieron efectivo para ayudarlas en el camino hacia un futuro verde. Pero el mecanismo tenía fallas básicas, con demasiados créditos fáciles que devaluaron el sistema.
La crisis financiera de 2008 condujo al colapso absoluto del mercado del carbono. Nunca se ha recuperado por completo y, hoy en día, los proyectos para reducir el carbono en los países en desarrollo tienen más probabilidades de depender de la recaudación de fondos convencional o la ayuda en el extranjero. Reactivar los mercados de carbono a través del artículo 6 es visto como un objetivo necesario por muchos involucrados en la financiación climática.
El comercio también podría ayudar a recaudar fondos para prevenir la deforestación. Sin embargo, para algunos activistas, los mercados son una estafa destinada a permitir que los países ricos se salgan con la suya de continuar quemando combustibles fósiles mientras pagan a los países pobres para que limpien. Brasil, por ejemplo, está acusado de buscar el doble recuento de sus bosques para cumplir con sus compromisos de reducir las emisiones en París y también tratar de vender a otros países créditos de carbono recibidos por mantener sus bosques en pie.