Los uruguayos dijeron, basta
Carlos Asecas | Montevideo @|
Después de quince años de gobiernos progresistas, los uruguayos dijeron basta, queremos un cambio.
Basta de promesas incumplidas, basta de corrupción, basta de despilfarro, basta de actuar con soberbia.
A pesar de haber atravesado un período de bonanza económica nunca visto, esto no se ve reflejado en los resultados.
Más de 300.000 personas sin trabajo, inflación cerca del 9%, déficit fiscal del 4,7%, récord en concordatos y cierres de empresas, récord en rapiñas y asesinatos. Evidentemente quienes los apoyaron por primera vez en el 2004 y les siguieron dando crédito en los dos siguientes períodos, se cansaron y votaron por el cambio. Sin duda que el gobierno enceguecido por la soberbia y por su mayoría parlamentaria pensó que nada cambiaría y seguirían gobernando por cuarta vez.
Previo a la elección del 27 de octubre rompieron toda aproximación con la oposición y sus votantes. Cuando el resultado no reflejaba lo que ellos esperaban dieron un giro de 180 grados y trataron de conquistar a los electores de la oposición cambiando totalmente el discurso. Estos ya no eran liberales ni oligarcas y su único fin era conquistar su voto.
La gente no es tonta y se dieron cuenta que les querían hacer pasar gato por liebre. Evidentemente fue un resultado muy reñido y a pesar de eso afortunadamente no sucedió ningún hecho que empañara ese día.
A pesar de eso no debemos confiarnos y habrá que mejorar los servicios de inteligencia tanto de la policía como del ejército. Recordemos que en dos oportunidades desconocidos intentaron ingresar a una Cuartel del Ejército especializado en explosivos. No olvidemos todos los hechos violentos que están sucediendo en distintos países latinoamericanos y que se ha comprobado por detenciones efectuadas que hay personas extranjeras participando y alentando los mismos. En Chile por pintadas efectuadas por los revoltosos en distintos muros donde decía: “Muerte a la Yuta”, quedó claro que hubo participación de argentinos pues el término Yuta es el lunfardo de policía y es típico de los porteños.
Todos estos hechos son consecuencia de lo planificado en el Foro de San Pablo y el Grupo de Puebla donde se junta toda la izquierda más rancia y con apoyo de grupos del narcotráfico que mueven mucho dinero y apoyan a estos a fin de lograr zonas liberadas.
De acuerdo a lo que dijo el Presidente electo, ahora lo más importante es unir a la sociedad. Es sabido que desde que gobierna el Frente Amplio, algunos de sus integrantes se han dedicado a generar divisiones en la misma invocando que los problemas que afectan a la población de menores recursos es causa de quienes están en escalones superiores. Típico discurso que la izquierda ha aplicado en muchos países de forma de mantenerse en el poder.
No debemos olvidar una frase que en su momento dijo Jorge Giordani, Ministro de Planificación del gobierno de Chávez: “La revolución se trata de mantener a los pobres, pobres, porque son los que votan por nosotros y mientras hacemos el discurso de su defensa, no los podemos pasar a la clase media porque pasan a ser nuestros enemigos”.
Conociendo el pedigree del progresismo no me genera mucha confianza las declaraciones de Javier Miranda cuando dice que el Frente hará una oposición responsable, seria y constructiva. Recordemos cuando Lucía Topolansky dijo que si ganaba la oposición habría conflictividad. ¿Acaso sus declaraciones no fueron para encender la mecha por lo sucedido en Kibón?