EE.UU. alerta a Uruguay por trabas para negociar
Los negocios “se hacen increíblemente difíciles”
▃▃ El embajador Kenneth George reconoció que su país, Estados Unidos, jamás será el principal socio comercial de Uruguay en commodities, porque compiten en cultivos. Pero explicó que parte de su misión se centrará en mejorar los sistemas productivos y el libre comercio. Sin embargo, el empresario tejano dejó en claro que una de las dificultades es que los negocios con Uruguay “se hacen increíblemente difíciles”. Dijo que “hasta Nepal” está mejor posicionado.
El Tratado de Libre Comercio (TLC) con la principal economía mundial, Estados Unidos, parece un mantra que se repite cada vez que cambia el signo de gobierno en Uruguay. Sucedió en 2002, bajo la presidencia de Jorge Batlle, aconteció en 2006 en la primera administración de Tabaré Vázquez, y ahora se asoma para la administración que liderará Luis Lacalle Pou.
“Estuvimos muy cerca de firmar un TLC y no fuimos nosotros (los estadounidenses) los que dijimos que no”, recordó el novel embajador de Estados Unidos en Uruguay, Kenneth George, en una conferencia de prensa al estilo del presidente norteamericano Donald Trump. Parado detrás de un atril de madera y el escudo de su país, bajo la custodia de dos banderas estadounidenses y dos uruguayas, el diplomático tejano sacó a relucir su chapa de empresario: “Lo mejor para la economía mundial es tener acuerdo de libre comercio: justos y libres… sobre todo justos”.
Pese a que los dichos del embajador parecen abrir las puertas a una nueva negociación bilateral, el gobierno que representa viene dando señales contrarias, al menos en el plano internacional. La administración Trump ha impulsado medidas proteccionistas. La excepción ha sido su acercamiento al gobierno brasileño de Jair Bolsonaro y a la ratificación del TLC con México y Canadá que está a estudio del Congreso.
Estados Unidos es el tercer destino de las exportaciones uruguayas, solo superado por China y Brasil. Durante el primer semestre de este año, esas ventas representaron más de US$ 242 millones —un 4% más que en igual período del año anterior. Pero para el embajador estadounidense, la clave del intercambio comercial con Uruguay no está dada por productos como el trigo, en el que Estados Unidos y Uruguay son competidores, sino por el diferencial tecnológico.
“Nosotros no vamos a ser el principal socio comercial de commodities”, dijo el tejano con una cuota de honestidad. “No van a fabricar acero, ni barcos, ni aviones, ni puentes alrededor del mundo. Ahí no tienen una ventaja, tampoco la tienen en la agricultura. Ustedes cultivan trigo, nosotros cultivamos trigo; ustedes cultivan soja, Brasil cultiva soja (...) pero esto es como una combinación de la ganadería tradicional y la tecnología para aumentar la productividad de las estancias. Yo no voy a criar su ganado, pero puedo ayudarlos a ustedes a criarlo y a venderlo”.
La idea aperturista de George encuentra, a su entender, un obstáculo: para hacer negocios en Uruguay “lo hacen difícil”.
El embajador usó un listado, a cuya fuente no remitió, para decir que Nepal está mejor situado que Uruguay en el clima y aliento comercial. “¿Alguna vez fueron a Nepal? Yo sí. Ustedes son mucho mejores en cualquier área. Pero, ¿por qué estrangulan sus propios negocios con un grado de dificultad para hacer negocios, expandirlos, importar y exportar? Lo hacen increíblemente difícil”.
George, quien trabajó en una petrolera y tiene negocios ganaderos, entró a la política vinculado al mundo comercial. Fue en 1981. El tejano se siente cómodo al hablar de negocios. Pero también refiere a la política y a que Uruguay ha demostrado, en el proceso electoral, ser un “faro de libertad” en el centro de un “barrio (Sudamérica) complicado”.