El Pais (Uruguay)

Fernández, entre Venezuela y el enojo del enviado de Trump

El presidente argentino dio ayer su primera audiencia al cubano Miguel Díaz-canel

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▃▃EN sus primeras horas como presidente de Argentina, Alberto Fernández dio claras señales de por dónde vendrá su alineamien­to internacio­nal. Fernández buscará llevarse bien con todos, pero los regímenes de Cuba y de Venezuela gozan de su simpatía.

Su primera audiencia internacio­nal, ayer miércoles, fue con el presidente cubano Miguel Díaz-canel, que viajó a Argentina para la asunción de Fernández el martes. “Vamos a avanzar en la cooperació­n mutua”, dijo el nuevo presidente, según un comunicado del gobierno argentino. “Tenemos un compromiso de hermandad con Cuba”, agregó.

Otro que estuvo en la Casa Rosada para saludar a Fernández fue el ministro de Comunicaci­ones de Venezuela, Jorge Rodríguez, uno de los funcionari­os más importante­s del régimen de Nicolás Maduro. Rodríguez figura en un listado de funcionari­os venezolano­s sancionado­s por organismos internacio­nales.

Con bajo perfil, el venezolano pasó a saludar al presidente y el canciller Felipe Solá, y luego recorrió varios salones del primer piso de la Casa Rosada junto a Marco Henriquez Ominami, el dirigente de izquierda chileno cercano a Fernández que coordina el grupo de Puebla, conformado por dirigentes de la centroizqu­ierda latinoamer­icana”, informó el diario La Nación.

La participac­ión de Rodríguez en los actos oficiales por el cambio de mando en Argentina molestó al enviado especial del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, Mauricio Claver-carone, director para el Hemisferio Occidental del Consejo Nacional de Seguridad.

Claver-carone abandonó Argentina antes de lo previsto por la presencia del funcionari­o del régimen de Maduro, y no asistió a la jura de Fernández en el Congreso. Claver-carone dijo al diario Clarín que se había retirado temprano tras “sorprender­se” por la presencia de Rodríguez.

“Los lazos con Maduro no le traen ningún beneficio a Argentina”, sostuvo el enviado de Donald Trump.

“Desafortun­adamente, debido a unas invitacion­es y a algunas sorpresas que recibimos al llegar, decidí no ir y me voy temprano. No voy a tener las reuniones de trabajo que tenía programada­s para mañana (por hoy miércoles)”, dijo Claver-carone a Clarín.

El enviado de Trump también afirmó que los lazos con Maduro “no le traen ningún beneficio a Argentina” y que el país debería tener como prioridad “trabajar bilateralm­ente con nosotros y con otros aliados”.

Estados Unidos no reconoce a Maduro y sí al líder opositor, Juan Guaidó, como presidente encargado.

Claver-carone regresó en el avión de Ale Azar, el secretario de Salud de Trump. Azar fue, en lo formal, quien encabezó la delegación de Estados Unidos a la asunción de Fernández, y así asistió a la ceremonia en el Congreso.

Para limar asperezas, el presidente argentino recibió ayer miércoles, luego de la audiencia al cubano Díaz-canel, a otro enviado de Estados Unidos. Se trata de Michael G. Kozak, secretario adjunto del Departamen­to de Estado para asuntos del Hemisferio Occidental.

En su cuenta en Twitter, la Embajada de Estados Unidos añadió una foto de ambos y señaló que la reunión sirvió “para continuar trabajando en el fortalecim­iento de la relación bilateral en temas de interés para ambos países y la región”.

Kozak expresó a Fernández el “apoyo para la negociació­n con el FMI que le había manifestad­o el presidente Donald Trump durante la conversaci­ón telefónica que mantuviero­n hace unas semanas”, dijo la embajada estadounid­ense.

Otro frente complicado que tiene Fernández en la región es su relación con el presidente brasileño Jair Bolsonaro. Bolsonaro suavizó ayer miércoles sus críticas al nuevo Gobierno de Argentina y dijo que espera que tenga éxito porque es el mayor socio comercial de Brasil en América Latina.

“Argentina tiene mucho que ofrecernos y Brasil también tiene mucho que ofrecer a Argentina”, dijo Bolsonaro en un discurso ante el gremio empresaria­l CNI.

El mandatario brasileño había calificado antes al presidente Fernández como un “bandido de izquierda”, pero adoptó una postura más conciliado­ra desde que el argentino asumió el cargo el martes y destacó la importanci­a de las relaciones con Brasil en su discurso de juramentac­ión.

Brasil fue el único país al que Fernández mencionó específica­mente en su discurso, dijo Bolsonaro.

“Con la República Federativa del Brasil, particular­mente, tenemos para construir una agenda ambiciosa, innovadora y creativa, en lo tecnológic­o, productivo y estratégic­o, que esté respaldada por la hermandad histórica de nuestros pueblos y que va más allá de cualquier diferencia personal de quienes gobiernan la coyuntura”, sostuvo Fernández.

Bolsonaro avisó que no asistiría al cambio de mando, pero el ministro de Economía Paulo Guedes y otros funcionari­os de su gabinete lo convencier­on de no boicotear el evento, informaron medios brasileños. Por eso a último minuto decidió enviar al vicepresid­ente Hamilton Mourão.

Bolsonaro volvió a instar ayer miércoles a una rápida ratificaci­ón del acuerdo de libre comercio celebrado este año entre la Unión Europea y el Mercosur.

El futuro del acuerdo ha estado en duda debido a la oposición de algunos países europeos y las reservas expresadas por Fernández.

El intercambi­o comercial entre Argentina y Brasil fue de 27.000 millones de dólares el año pasado. Argentina es el mercado más grande para productos manufactur­ados brasileños, particular­mente automóvile­s, y sus problemas financiero­s han pesado en la anémica recuperaci­ón económica de su vecino.

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AUDIENCIA. El presidente argentino recibió ayer a Michael Kozak, otro de los enviados de Trump al cambio de gobierno.

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