Ellas dicen que su vida les variará mucho más
▃ Los hombres y las mujeres uruguayos piensan, mayormente, que sus vidas irán a cambiar por COVID-19. Pero ellas opinan en mayor porcentaje que la pandemia les generará “mucha” o “bastante” variación (56% de ellas están en esta postura frente al 45% de ellos). Lo mismo pasa al preguntarse sobre el cambio social: para el 73% de ellas habrá un gran cambio frente al 67% de ellos.
Según el sociólogo Eduardo Bottinelli “las mujeres son las que han mostrado mayor preocupación en cada una de las ediciones del Monitor Coronavirus Factum”. ¿Por qué? Pese a que no está estudiado, dice el director de la consultora, “puede estar dado por la división de los roles de género predominante en las sociedades actuales: el varón debe mostrar mayor fortaleza y certezas en su accionar mientras que las mujeres tienen mayoritariamente el rol más débil y al mismo tiempo protector/cuidador de la familia”.
Respecto a este último punto, agrega el filósofo Javier Mazza, “la rutina previa a COVID-19 no se retoma hasta suplir el efecto ‘guardería’ de la escuela y, mientras tanto, son ellas las que soportan buena parte de esa carga”.
Mazza sostiene que COVID-19 viene a mostrar viejas tensiones, no solo de género. “Un ejemplo es lo que ocurre entre la seguridad y la libertad: en cualquier novela distópica consta que lo nuevo anula las libertades en pro de la seguridad”. Eso mismo, dice, ocurre ahora “y no solo en China”.
Cuando hay un enemigo externo como el coronavirus, dice el filósofo, “parecería que existe un mayor permiso a que se meta el brazo del Estado en pro de la seguridad”. Uruguay, a su entender y al decir del presidente de la República, “apostó por el ejercicio responsable de la libertad… y parece que le está yendo bastante bien”.
Eso, sin embargo, “no significa que todas las democracias liberales han acertado rotundamente cómo combatir la pandemia ni tampoco que han fallado rotundamente”.