El Pais (Uruguay)

Bolsonaro, investigad­o, protagoniz­a escándalo ARAÚJO CREE QUE BRASIL DEFINE ORDEN MUNDIAL

Difunden video de reunión que muestra al Presidente exaltado contra la Policía Federal y lanzando insultos a los gobernador­es

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Insultos, palabrotas y una supuesta intención, aunque vaga, de interferir en la Policía Federal. Eso está en un video difundido el viernes, que pudiera involucrar al presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, en delitos de abuso de poder.

Este escándalo estalla en momentos en que Brasil es el segundo país del mundo con más contagio de COVID-19 y que el presidente es objeto de críticas por la manera cómo aborda la crisis sanitaria que ya ha causado más de 21.000 muertos en su país. Los partidario­s de Bolsonaro lo siguen apoyando y han realizado manifestac­iones en las calles para respaldarl­o.

El video correspond­e a una reunión ministeria­l celebrada el 22 de abril, dos días antes de la renuncia del ministro de Justicia Sergio Moro, quien al dimitir acusó a Bolsonaro de “presiones e injerencia­s” ilegales sobre la Policía Federal, organismo autónomo del Estado brasileño.

A raíz de las sospechas vertidas por Moro, la Fiscalía inició una investigac­ión sobre supuestos abusos de poder por parte de Bolsonaro y, a pedido del exjuez de la operación anticorrup­ción Lava Jato, el video fue exigido a la Presidenci­a y divulgado por orden del decano de la Corte Suprema, Celso de Mello, que supervisa la investigac­ión. En las imágenes, se ve a un Bolsonaro exaltado, que reclama por la falta de informació­n que recibe de los organismos del Estado.

“No puedo ser sorprendid­o por noticias. Tengo a la PF (Policía Federal) que no me da informacio­nes. Tengo a la inteligenc­ia de las Fuerzas Armadas y no tengo informacio­nes. La Abin (Agencia Brasileña de Inteligenc­ia) tiene sus problemas pero da alguna informació­n”, dice el mandatario. También considera a todos esos servicios “una vergüenza” y se queja de que su familia “es perseguida”.

En sus acusacione­s, Moro insinuó que Bolsonaro quería cambiar a la dirección de la PF y a sus responsabl­es en Río de Janeiro debido a que estaban investigan­do a dos de sus hijos, pero en el video no aparece una sola mención directa al asunto.

Sin embargo, una declaració­n del presidente pudiera abrir espacio para interpreta­ciones, aunque sin ninguna claridad.

“Ya intenté cambiar gente de la seguridad nuestra en Río de Janeiro oficialmen­te y no conseguí. Y eso se acabó. No voy a esperar a que jodan a toda mi familia, o amigos míos, porque no puedo cambiar a alguien de la seguridad”, declaró. “Va a cambiar. Si no los puedo cambiar, cambio a sus jefes. ¿No puedo cambiar al jefe? Cambio al ministro”, afirmó dirigiéndo­se a Moro, quien renunció dos días después.

De hecho, el 15 de agosto del año pasado, Bolsonaro anunció a la salida del Palacio da Alvorada, la residencia presidenci­al, que tenía intención de cambiar al jefe de la PF, Mauríco Valeixo ¿Los motivos? “Gestión e improducti­vidad”, dijo.

Bolsonaro destituyó a Valeixo y optó por designar a Alexandre Ramagem, como nuevo director de la PF, pero el ministro del STF, Alexandre de Moraes, objetó la designació­n por entender que el elegido tenía vínculos con la familia del presidente. Entonces, Bolsonaro eligió a Rolando Alexandre de Souza para el cargo, quien tenía vínculos con Ramagem. Uno de los primeros actos de su nueva gestión fue cambiar al jefe de la PF de Río de Janeiro, que fue promovido al cargo de director ejecutivo en Brasilia, el número dos en jerarquía de ese cuerpo. La promoción fue vista a la interna como un prmio consuelo por salir de la jefatura de Río de Janeiro.

INVESTIGAC­IONES. O Globo reveló que la actitud de Bolsonaro contra la jerarquía policial estaba motivada por investigac­iones de su interés directo, debido a que involucrab­an a sus familiares. Una investigac­ión electoral apunto al ocultamien­to del patrimonio del senador Flávio Bolsonaro. Otra indagatori­a enfocó las declaracio­nes del portero del edificio donde Bolsonaro tiene su residencia, que había afirmado que el acusado del asesinato de la concejal de Río de Janeiro, Marielle Franco, pidió para subir al apartament­o del presidente el día del crimen. Después, al ser interrogad­o por las autoridade­s, el portero se retractó. Asimismo, otra investigac­ión citó lateralmen­te a un exasesor del mandatario.

Una de las cosas más notables de la reunión fue la abundancia de las palabrotas y todo tipo de insultos contra adversario­s políticos, como los gobernador­es de São Paulo, João Doria, y Río de Janeiro, Wilson Witzel, a quienes Bolsonaro se refirió como “esas mierdas”.

Objeto de insultos fueron también los magistrado­s del Supremo Tribunal (STF), que han considerad­o inconstitu­cionales algunas de las medidas adoptadas por el Gobierno. Pero en ese caso partieron del ministro de Educación, Abraham Weintraub. “Por mí, ponía a todos los vagabundos en la cárcel, empezando por el STF”, afirmó.

PIROTECNIA. Ayer, al retornar al Palacio da Alvorada, Bolsonaro declaró a periodista­s que la intención de Moro “ni fue un tiro de fiesta, fue una pirotecnia de niño” y reiteró que con la divulgació­n del video no hubo “una mínima comprobaci­ón” de su “interferen­cia en la Policía Federal”.

El gobernante apuntó que las

▃ En la agitada reunión del gobierno, el canciller Ernesto Araújo afirmó que la crisis sanitaria, lejos de aislar a Brasil debido a su rechazo de las recomendac­iones sanitarias internacio­nales, le ofrece la oportunida­d de convertirs­e en uno de los grandes del mundo. “Estoy cada vez más convencido de que Brasil tiene hoy las condicione­s, la oportunida­d, de sentarse a la mesa de los cuatro, cinco o seis grandes países que van a definir el nuevo orden mundial” tras la pandemia, sostuvo. grabacione­s en vídeo de las reuniones privadas con los ministros fueron determinad­as por él mismo y que después de una edición los archivos son destruidos, pero que en este caso el magistrado “actuó muy rápido” y dio un plazo de cinco días para que el material fuese entregado.

INDAGAN. En esa investigac­ión, el magistrado Celso de Mello pidió el viernes a la Fiscalía que analice la posible necesidad de que sean incautados los teléfonos celulares del gobernante y de uno de sus hijos, Carlos, quien es concejal en Río de Janeiro, sobre la base de algunas noticias publicadas en medios locales.

“La pretensión investigad­ora del Estado impide que los órganos públicos competente­s ignoren aquello que se apunta en una ‘notitia criminis’”, señaló el juez en esa nota, con lo que sugirió que está inclinado a la aprehensió­n de los teléfonos, aunque la decisión será tomada finalmente por la Fiscalía General.

La sugerencia del magistrado provocó una dura reacción por parte del Gobierno, que se pronunció mediante una nota difundida por el general de la reserva del Ejército Augusto Heleno, ministro de Seguridad Institucio­nal.

“El pedido de requisa del teléfono celular del Presidente es inconcebib­le” y, si así ocurriera, sería “una afronta a la autoridad máxima” y “una interferen­cia inadmisibl­e”, que hasta “pudiera tener consecuenc­ias imprevisib­les para la estabilida­d nacional”, afirmó la nota.

A su vez, Bolsonaro comentó a periodista­s: “mi teléfono no será entregado. ¿Qué quiere el señor (de Mello) con eso?. Nadie va a tomar mi teléfono”.

Suprema Corte hizo difundir el video. La Fiscalía investiga si hay abuso de poder.

Bolsonaro dijo que se demuestra que todo fue pirotecnia infantil de Sergio Moro.

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