Cerrar una empresa: el paso a paso y sus costos
Abogados recomiendan hacerlo en forma organizada y cuidadosa para evitar un mal mayor y mitigar riesgos
El momento de definir el cierre absoluto de una empresa es una etapa compleja para la vida de cualquier emprendedor. Coyunturas económicas difíciles como la actual —provocada por la pandemia— pueden impulsar esa decisión. En Uruguay, la última encuesta sobre Expectativas Empresariales elaborada por la consultora económica, Exante, reflejó que el 91% de las empresas uruguayas considera que los impactos negativos en sus actividad, a raíz de la crisis sanitaria provocada por el coronavirus, serán al menos significativos. No obstante, los especialistas del ámbito laboral afirman que siempre hay alternativas para evitar el cierre de una empresa aunque si la disolución es inminente, el proceso debe hacerse de forma ordenada y coordinada para mitigar los riesgos.
A continuación, una explicación sobre los pasos a seguir para cerrar una empresa en Uruguay.
Lo primero que debe tenerse en cuenta es que el proceso para disolver un emprendimiento va a depender del tipo social de la empresa, ya que los requisitos difieren según sea una sociedad anónima (SA), sociedad por acciones simplificadas (SAS), unipersonal, monotributo, sociedad de responsabilidad limitada (SRL), sociedades de hecho, cooperativas, entre otras.
Sin embargo, según explicó en diálogo con El País, el abogado Ignacio López Viana, pueden identificarse algunos procedimientos en común.
En primer lugar, “las empresas que tengan personal dependiente deberían abonar las liquidaciones correspondientes” a cada trabajador, explicó López Viana. Luego, se deberá obtener por parte del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) una constancia que acredite que la empresa no cuenta con expedientes en trámite ni con multas impagas por infracciones a las normas laborales.
El hecho de no tener deudas también influirá para poder iniciar el trámite de clausura ante el Banco de Previsión Social (BPS) y la Dirección General Impositiva (DGI). Si se tienen deudas o hay tributos impagos, el abogado aclaró que “deberían previamente abonarse y culminarse los procedimientos en curso”.
Para poder iniciar ese trámite de clausura hay plazos que deben cumplirse. López Viana señaló que “debe completarse y presentarse una serie de formularios, que dependerán del tipo social de la empresa, así como otra documentación” como pueden ser el libro de actas de asamblea, la constancia de destrucción o anulación de acciones, la designación de liquidador, entre otras.
COSTO. El costo que puede tener el trámite para disolver un emprendimiento varía según los distintos tipos de empresa pero principalmente lo que determina que en algunos casos pueda ser mínimo y en otros significativamente costosos, es que existan deudas o multas pendientes de pago.
Según explicó a El País el abogado y socio de Scelza & Montano, Pedro Bellocq, el trámite ante DGI o BPS no tiene costo, mientras que el trámite ante la Auditoría Interna de la Nación (AIN) cuesta 25 unidades reajustables (aproximadamente $ 31.500 a valores actuales) y $ 2.530 por la inscripción en el Registro Nacional de Comercio.
“En la práctica y dependiendo de la situación de cada sociedad, una clausura de una SA puede costar aproximadamente US$ 3000 más el Impuesto al Valor Agregado (IVA)”, indicó Bellocq.
DIFERENCIAS. Si la empresa que se va a disolver es una