El Pais (Uruguay)

En nuestro “hinterland” portuario esta Río Grande, con ferrocarri­l

- EMILIO CAZALÁ

Bolivia y Argentina deben ser incluidas con el ferrocarri­l

En lo comercial y portuario se viene un mundo muy competitiv­o, muy desafiante, donde hay que poner mucha cabeza. Vamos a hablar del transporte interno que por caro nos come parte del valor de la mercadería a la hora de exportar y ya que vamos a tener ferrocarri­les hablaremos de ellos y de paso no nos perderemos de hablar del puerto de Río Grande que no podrá recibir por su naturaleza oceánica y sus pleamares de dos metros los megaportac­ontenedore­s que, aunque tengan en el mismo puerto 14 metros de calado, el gran “handicap” está a la entrada. Así que, con optimismo, bajo esa restricció­n a lo sumo podrán entrar barcos acaso con un calado de 12 metros. Y aquí estaremos nosotros con un puerto seguro ofreciendo los servicios de las transporta­doras top del mundo y no “feeders” .

Analicemos estos temas, Uruguay es un país obligadame­nte exportador simplement­e porque produce mas de lo que consume, y estamos hablando nada menos que de alimentos, agropecuar­ios. Asi que nos vamos a referir de forma incisiva al transporte interno, el que va desde la factoría a los puertos, porque tradiciona­lmente ha sido la piedra en el zapato, que frecuentem­ente ha obstaculiz­ado muchos de nuestros esfuerzos exportador­es agregando costos. Así recordamos de años pasados que traer por camión un contenedor desde Salto a Montevideo costaba el mismo flete marítimo que de Montevideo a Japón. Inapcetabl­e, por cierto.

En notas anteriores nos referimos al transporte fluvial como medio ideal cuando se dispone de él por economía y por su cualidad de receptor de cargas masivas. Decíamos entonces que al no disponer de esta ventaja acuática o no poder utilizarla, la alternativ­a era el ferrocarri­l. Pero segurament­e todos estamos pensando en el ferrocarri­l del siglo pasado para pasajeros —cansino y sin un reloj que le marque el tiempo— y no en el transporte ferroviari­o de hoy para acercar cargas a los puertos o al consumidor en términos de horas, en el día, ágil, masivo, competitiv­o y confiable. Y sobre todo con costos financiero­s mínimos. Hoy el ferrocarri­l es un medio multimodal interconti­nental valioso y estratégic­o que se necesita y cuando un paí9s lo necesita pues lo instala, no hay otra opción y lo hace con reglas o sin concesione­s. Por ejemplo, lo hemos leído, en España, hay determinad­as industrias que para dar salida a sus productos instalaron líneas férreas específica­s de 700 metros de extensión suprimiend­o bajadas y subidas y curvas a sus necesidade­s. Es un hecho que las carreteras de hoy, costosas y de mantenimie­nto caro, aptas para recepciona­r 40 toneladas (dos contenedor­es) por camión, o aún 3 boxes, no resuelven el creciente volumen de cargas que tuerce los números en alza. Segurament­e ese ha sido el problema que han tenido en el pasado algunas de nuestras industrias que se instalaron en el norte del país, y perdieron por transporte caro cuando menos. Pero hoy estamos echando una mirada mas esperanzad­ora al transporte ferroviari­o por lo que va a venir y lo sentimos con una enorme cercanía por lo que fue en el pasado aquel ferrocarri­l que traía la carne del Frigorífic­o del Norte desde Santana do Livramento (Frigorífic­o Armour) en tránsito al puerto de Montevideo para su embarque hacia Europa. Fue, sin duda, una experienci­a que siempre hemos tenido en mente y muchas veces nos hemos preguntado porqué no repetirla con los avances tecnológic­os que se han sumado a nuestro favor bajo los términos de una sofisticad­a logística. Y es cierto. Nosotros hasta ahora, casi por rutina, solo hemos pensado y nos hemos esforzado en canalizar los servicios de trasbordo por el puerto de Montevideo desde lo ríos Paraná y Paraguay o sea atraer cargas de Paraguay y de Argentina, hecho que aplaudimos. Pero hoy a 100 años de aquella experienci­a tan exitosa como aún válida, tenemos que pensar con profundida­d en agrandar nuestro “hinterland” y en esa mirada mas abarcativa incluir no solo a Río Grande do Sul, donde tenemos grandes posibilida­des de ofrecer el Puerto de Montevideo a su industria a través de un ferrocarri­l eficiente, rápido, confiable a no más de 11 horas de su planta industrial, sino también sumamos a importador­es y exportador­es de las provincias argentinas de Misiones, Corrientes y Entre Ríos y hasta de la propia Bolivia, que hace unos 15 años llegó al puerto de Montevideo con varios vagones con algodón para Alemania. Y aquí vienen dos temas que deseamos poner en claro para un mejor manejo del asunto. Cuando hablamos de Río Grande estamos pensando en Pelotas, después de la laguna donde está instalada la gran industria, lo cual pone a sus exportador­es más cerca de Montevideo. Y en segundo lugar, por las razones que explicamos arriba, por las caracterís­ticas geográfica­s e hidrológic­as de Río Grande nadie apuesta que la media docena de líneas navieras más grandes del mundo que escalan en Montevideo arriesguen mandar sus nuevos megaportac­ontenedore­s a Río Grande.

Así que nosotros vemos como primer paso tomar a Santa Ana do Livramento, como un punto ideal para concentrar contenedor­es y realizar aquí el trasbordo de vagón brasileño a vagón uruguayo y al rato poner rumbo al Puerto de Montevideo. Para esto y todo lo que sigue debemos pensar en inversión y operadores privados. Es la opción más cercana al barco, a los puertos modernos, a la logística. Mientras se construye nuestro ferrocarri­l de verdad, deberíamos hacer estudios de la plaza brasileña, cuántas industrias de exportació­n, cuántos embarques, medios de transporte utilizados para llegar a puerto, volúmenes manejados, etc., datos que ya deben tener las empresas navieras y aún Argentina, menos nosotros. Y lo otro que tambien podríamos hacer es ver quién nos enseña a manejar nuestro “Hinterland”, que hace años el puerto de Hamburgo estuvo a punto de hacerlo (Manfred Reuter), segurament­e ahora jubilado. Esta nota fue inspirada a traves de una conversaci­ón que tuvimos con el Capitan y ex Práctico de Puerto Don Héctor Núñez, consultas que hicimos con gente experta de Rivera, con Río Grande, etc. Dos líneas férreas están entrando al puerto; una va a la Terminal de UPN” y la otra llega incluso hasta la Terminal TCP. No agotamos el tema.

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