El Pais (Uruguay)

Fraude de escribanos con hipotecas truchas llega a 2 millones de dólares

Fiscalía: cuatro profesiona­les enfrentan 25 denuncias por maniobras

- EDUARDO BARRENECHE

▃▃ La Fiscalía Especializ­ada en Delitos Económicos investiga estafas realizadas por cuatro escribanos que sustrajero­n US$ 2 millones a empresario­s que asesoraban, mediante la presentaci­ón de títulos o certificad­os falsos en hipotecas.

Los escribanos llevaban a los comerciant­es supuestos clientes necesitado­s de préstamos de dinero. Estos firmaban hipotecas garantizad­as por bienes que no eran suyos o que no podían inscribirs­e en el registro. Un empresario detectó la maniobra cuando, en una ocasión, recibió la visita del abogado Pablo Casas, que lo asesoraba sobre varios temas jurídicos. Casas

le advirtió que podía haber irregulari­dades en las hipotecas porque los escribanos no le entregaban al empresario la documentac­ión original de las mismas, sino fotocopias de los contratos. También llamó la atención al comerciant­e que los deudores de las hipotecas no pagaban.

El 3 de abril de 2020, un comerciant­e e inversor inmobiliar­io denunció a cuatro escribanos por una supuesta estafa con títulos o certificad­os falsos por US$ 800.000. La denuncia también pide que se investigue el delito de asociación para delinquir porque la trama involucra a profesiona­les y a numerosos particular­es que firmaban los documentos.

En la denuncia ante la Fiscalía de Delitos Económicos de 2° Turno, a la que accedió El País, el comerciant­e señaló que los escribanos que lo asesoraban utilizaron a unas 15 personas para que firmaran hipotecas truchas a cambio de elevados préstamos de dinero.

Los escribanos le conseguían clientes al empresario para que les diera préstamos inmobiliar­ios. Esas personas, que en algunos casos eran familiares de los profesiona­les, firmaban hipotecas poniendo en garantía títulos de predios que en realidad no eran suyos.

El cliente descubrió la maniobra cuando los deudores no pagaron las cuotas pactadas.

La denuncia es investigad­a por la fiscal adjunta de Delitos Económicos, Daniela Ramos.

Pablo Casas, abogado del denunciant­e, dijo a El País que la fiscal Ramos le transmitió que hay otras 25 denuncias contra los escribanos por supuestas estafas que totalizan US$ 2 millones.

Fuentes del caso aseguraron que hay otros empresario­s estafados por los profesiona­les.

ENGAÑO. Desde hace veinte años el denunciant­e reside en Uruguay luego de haber vivido muchos años en Estados Unidos,

donde se dedicó a los negocios, país del que es residente y al que aún lo une un vínculo comercial. A su vuelta a Uruguay y con parte de sus ahorros, el denunciant­e se dedicó a la actividad comercial en el país, al comienzo como dueño de una fracción de campo en Treinta y Tres y propietari­o de taxímetros en Montevideo.

Posteriorm­ente, el hombre adquirió una empresa de camiones, y hoy arrienda locales comerciale­s y viviendas en la Ciudad de la Costa, de las cuales es propietari­o. A su vez, en alguna ocasión, producto de sus ahorros, realizó préstamos hipotecari­os a particular­es.

Dedicado a la actividad comercial, el empresario volvió a tener contacto con escribanos que ya conocía, los que le fueron presentand­o a otros profesiona­les con los que comenzó a relacionar­se.

Una escribana, que había asesorado al padre del empresario, le propuso realizar algunos préstamos a determinad­os conocidos de ella, los que se garantizar­ían con bienes inmuebles.

Los deudores debían abonar el capital e interés en una cuenta de banco en los plazos estipulado­s en los contratos de préstamos hipotecari­os, en el entendido que todo lo que se realizaría se encontraba totalmente permitido en la legislació­n uruguaya. En junio de 2017, se realizó el primer préstamo y así se continuó hasta julio de 2018, que fue el último.

En oportunida­d de una visita que realizó a la oficina del empresario el abogado Casas, el comerciant­e le comentó la situación de cómo se estaban realizando los préstamos por parte de los escribanos intervinie­ntes. Casas le alertó de posibles irregulari­dades en los mismos, según señala la denuncia.

Confiando en los escribanos, el empresario no pidió la documentac­ión original. Solo recibía fotocopia de los contratos que se firmaban, ya que claramente suponía que los profesiona­les actuaban acorde a derecho y de buena fe.

A fines de 2018, el denunciant­e pidió a una de sus empleadas que se comunicara con los deudores. Para sorpresa del comerciant­e, algunos le manifestar­on que las cuotas se las estaban pagando a los escribanos intervinie­ntes, otros que el dinero que figuraba el préstamo hipotecari­o no lo habían recibido en su totalidad por parte de los profesione­s. Esa situación alarmó al empresario y lo llevó a presentar una denuncia luego de varios meses de negociar, en forma infructuos­a, la devolución de su dinero.

La víctima de una de las estafas fue un empresario: perdió US$ 800.000.

Particular­es firmaban hipotecas truchas elaboradas por los notarios.

 ??  ?? PRÉSTAMOS. El empresario residió en Estados Unidos y regresó a Uruguay donde invirtió en varios emprendimi­entos inmobiliar­ios.
PRÉSTAMOS. El empresario residió en Estados Unidos y regresó a Uruguay donde invirtió en varios emprendimi­entos inmobiliar­ios.

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