Pareja en apuros por todos lados
Dos tórtolos (traducción bien literal de The Lovebirds) tenía para sí otro destino. Iba a ser una de las producciones austeras pero con expectativas que tenía Paramount para estrenar en cine este año pero terminó en Netflix), un indicativo de por dónde podrían canalizarse los estrenos de cine en la nueva normalidad.
Es una desgracia con suerte porque Dos tórtolos está más cerca del territorio del entretenimiento doméstico que de la salida de fin de semana a un cine. Incluso cuando se podía hacer eso.
Las pretensiones cinematográficas que tenía el estudio para esta comedia entre romántica y policial, parecía justificado por sus antecedentes. Principalmente
que la combinación entre el director Michael Showalter y la estrella Kumail Nanjiani había funcionado muy bien en The Big Sick, una entretenida, bien escrita y vistosa comedia romántica que mereció una nominación al Oscar para Nanjiani y Emily V. Gordon a mejor guion original.
Ninguno de ellos dos está en Dos tórtolos y quizás ese sea el primer tropezón. El guion acá lo escribe Aaron Abrams, un muchacho sin muchos antecedentes que se limita a combinar Después de hora, Una noche fuera de serie (una con Steve Carrell
Issa Rae y Kumail Nanjiani.
y Tina Fey) y hasta Ojos bien cerrados, una referencia bien explícita en una escena que, se supone, parodia el clásico de Kubrick y es medianamente graciosa.
La película sigue a Leilani (Issa Rae) y Jibran (Nanijani), una pareja que en medio de una discusión definitiva se involucran en un asunto que incluye chantaje, orgías y corrupción policial (los ingredientes suenan poderosos pero están bastante licuados). Autoimplicándose como culpables en un incidente fácilmente explicable se ponen ellos a investigar el caso para poder demostrar su inocencia.
El chiste consiste en ver cómo estos dos muchachos toman todas las decisiones incorrectas posibles con el único fin de raspar aunque sea la piel de una comedia graciosa o entrañable.
Lo logran a medias. El comienzo es divertido principalmente porque el guion afina bien algunos chistes verbales y los personajes son tontamente simpáticos. El encantamiento dura poco y la película se empieza a enredar en acumular sketches en medio de una intriga policial que tiene poco de atrapante.
Rae y Nanijani también hacen lo que pueden con esos personajes tirando a irritantes que les tocó en suerte. La química entre ellos funciona mejor en la primera mitad de la película, pero después queda opacada por la duplicidad de un guion que no sabe qué quiere ser. Y eso siempre es un problema.