Mirko y una pregunta esperada

Qué situación más incómoda le dije a mi amiga Irene cuando me llamó para contarme que Mirko, el divino nene de Marley le preguntó por su madre.

¿Y cuál fue el desencadenante para que pregunte por su progenitora?

Parece que pese a sus dos años, el nene ya va a la escuela, y como todos, tuvo que seguir en línea cuando se desató la pandemia. Bueno, parece que en una de las charlas, la maestra le dijo a los niños: bueno, vayan y busquen a su madre o padre; y el botija, que es más rápido que un avión, le preguntó a su padre.

Lo que daría por ser mosca y haber presenciado ese momento. Seguro que se atragantó con el cafecito el Marley.

Parece que no fue para tanto, me dijo Irene. Además, no te olvides que el botija, como pocas personas en el mundo, tiene toda su vida en internet.

Es verdad, si hasta cuenta en Instagram tiene, y con varios millones de seguidores.

Sí, tal cual, dijo Irene. Igual, Marley logró salir bien parado. Ya estuvo contando en una revista que él siempre le va a decir la verdad, “la única manera de explicar su llegada al mundo y que entienda lo deseado que fue”, dijo y contó también que cuando quiera tiene las fotos de sus familiares, su tío y sus abuelos rusos.

No sabía que Marley era ruso, le dije a Irene.

Callate que son los familiares de la madre biológica de Mirko, me dijo Irene en una reprimenda.

Ah, esta vez fui yo la que se mandó un comentario a lo Marley.