Beirut: por primera vez el presidente maneja un atentado
Vuelven las protestas en el Líbano, en medio de una creciente indignación popular
▃▃ Por primera vez, el gobierno de Líbano manejó la posibilidad de que las explosiones del martes en el puerto de Beirut, que causaron más de 150 muertos y 5.000 heridos, hayan sido un atentado provocado por una “acción externa”. Así lo expresó el presidente libanés, Michel Aoun, que además rechazó una investigación internacional. “Es posible que esto haya sido causado por la negligencia o por una acción exterior, con un misil o una bomba”, declaró Aoun.
La tragedia alimentó la cólera de la población que en octubre de 2019 inició un gran movimiento de protesta contra el gobierno y varios políticos acusados de corrupción e incompetencia. Decenas de personas se manifestaron el jueves por la noche y en las redes sociales circularon ayer llamamientos para convocar otra protesta hoy sábado. Dos ministros que intentaron entrar ayer viernes en los barrios devastados fueron abucheados por la gente. “Dimisión”, “preparad la horca”, gritaron algunos, obligando al ministro de Educación, Tarek Majzoub, a marcharse, escoba en mano.
Amedida que aumenta el número de muertos por las explosiones del martes en el puerto de Beirut —hasta ayer viernes iban más de 150—, surgen nuevas teorías sobre qué provocó la tragedia. El presidente de Líbano, Michel Aoun, rechazó una investigación internacional sobre la gigantesca explosión y dijo que podría haber sido causada por la “negligencia” o por un “misil”.
“Es posible que esto haya sido causado por la negligencia o por una acción exterior, con un misil o una bomba”, declaró Aoun ayer viernes, y rechazó las peticiones para abrir una investigación internacional, pues equivaldría a “diluir la verdad”.
Es la primera vez que un gobernante libanés menciona una pista exterior, ya que hasta ahora afirmaban que la explosión había sido provocada por un incendio en uno de los almacenes del puerto que contenía nitrato de amonio.
Estados Unidos señaló con anterioridad que no se descarta un ataque.
Por su parte, el líder del movimiento libanés Hezbolá, Hasán Nasralá, negó “categóricamente” que su organización tuviera un “almacén de armas” en el puerto de Beirut.
“Niego totalmente, categóricamente, que haya algo nuestro en el puerto, ni almacén de armas, ni almacén de misiles (...) ni una bomba, ni una bala, ni nitrato” de amonio, afirmó el jefe de Hezbolá en una alocución televisada, tras las acusaciones que han circulado en los medios y en la opinión pública que señalan al movimiento chiita libanés.
Nasralá, que describió como “una tragedia humana” la explosión, también valoró positivamente la visita del jueves del presidente francés Emmanuel Macron a Beirut, donde se reunió con varios dirigentes libaneses, también de Hezbolá.
Según el balance ayer, la explosión dejó al menos 154 muertos, más de 5.000 heridos, decenas de desaparecidos y a cientos de miles sin hogar en los barrios cercanos al puerto.
Otras cinco personas fueron detenidas ayer entre los funcionarios de los servicios de aduanas y del puerto, especialmente ingenieros. En total ya hay 21 detenidos.
Las órdenes de detención se emitieron el mismo martes después de declararse el estado de emergencia en Beirut durante quince días, y al amparo de la Ley de Defensa Nacional que habilita a los militares a proceder con los arrestos.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, que visitó el jueves Beirut, reclamó una investigación internacional sobre la explosión y pidió a los dirigentes libaneses realizar “un cambio profundo”.
Macron anunció la organización “en los próximos días” de una conferencia de ayuda humanitaria de emergencia para Líbano, país en pleno hundimiento económico desde hace meses.
INDIGNACIÓN Y REPRESIÓN. La brutal deflagración, la más devastadora que ha vivido Líbano, alimentó la cólera de la población que en octubre de 2019 inició un gran movimiento de protesta contra los políticos, acusados de corrupción e incompetencia.
La indignación no hace más que crecer con un gobierno que se ha mostrado incapaz de justificar la presencia de 2.750 toneladas de nitrato de amonio en un almacén del puerto desde hace seis años y “sin medi
URGENCIAS. La Organización Mundial de la Salud (OMS) mostró su preocupación por la saturación de hospitales, la escasez de medicamentos y de equipos médicos en Beirut. “Las necesidades son enormes e inmediatas”, lamentó también Unicef, que precisó que hasta 100.000 niños se han quedado sin hogar. Se estima que las pérdidas materiales por los daños en la ciudad son entre 3.000 o 5.000 millones de dólares
COOPERACIÓN. Varios países han enviado material médico y sanitario y hospitales de campaña. La Unión Europea ha desbloqueado 33 millones de euros (38 millones de dólares) de urgencia y el ejército de Estados Unidos envió tres cargamentos con agua, alimentos y medicamentos. Además, la Agencia de Ayuda Internacional de Estados Unidos (Usaid) anunció el envío inmediato de 15 millones de dólares en comida y medicamentos, el equivalente a tres meses de alimentos para 50.000 personas y a tres meses de medicinas para 60.000 personas.
TRUMP Y MACRON. Donald Trump y Emmanuel Macron acordaron ayer viernes coordinarse para llevar de inmediato ayuda al Líbano. Los presidentes de Estados Unidos y Francia hablaron además de la “importancia de ampliar el embargo de armas de la ONU sobre Irán”, dijo la Casa Blanca en un comunicado. das de prevención”, como lo confesó el propio primer ministro libanés, Hasán Diab.
En una capital con aires posapocalípticos y ante la incuria del gobierno, centenares de libaneses están movilizados, en una enorme ola de solidaridad, para proseguir las operaciones de retirada de escombros o ayudar a los que se han quedado sin techo.
Mientras la rabia de la población no hace más que aumentar, las fuerzas de seguridad recurrieron el jueves por la noche a los gases lacrimógenos en el centro de la ciudad para dispersar a decenas de manifestantes iracundos.
Crece la indignación de la población y llaman a manifestar hoy sábado.
La manifestación marcó el retorno de unas protestas que se han hecho habituales en Beirut, mientras los libaneses ven cómo se evaporan sus ahorros y se desintegra su moneda, en momentos en que el gobierno muestra sus problemas para tomar decisiones.
En las redes sociales, circulan llamamientos para convocar una manifestación contra el gobierno hoy sábado.
Las autoridades del puerto, servicios de aduanas y algunos servicios de seguridad sabían que había químicos peligrosos almacenados, pero se echaron las culpas unos a otros.
Además del nitrato de amonio, el fiscal militar habló de la presencia de “materiales altamente inflamables de combustión lenta”, según un comunicado oficial.
Decenas de personas están siendo interrogadas, indicó una fuente judicial a la AFP, que asegura que “altos cargos” podrían ser detenidos y habló de un reparto de responsabilidades.