HABER CURSADO LA INFECCIÓN, ¿PROTEGE DE OTRO CONTAGIO?
▃ La respuesta inmunológica tarda cierto tiempo en ocurrir. Desde que se infecta la persona hasta que empiezan a aparecer los anticuerpos pueden transcurrir dos semanas, explican los investigadores Pritsch y González. El máximo de anticuerpos se alcanza cuatro semanas después de la infección. Los test serológicos no son eficientes para diagnosticar el curso de la enfermedad, sino para saber si un individuo fue infectado, (aunque no revelan hace cuánto tiempo). Sin embargo, aún no se sabe si el nivel de respuesta inmunológica (lo que miden los test serológicos) se correlaciona con una protección para siguientes contagios o no. En la mayoría de las infecciones sucede que sí, pero con este virus no hay experiencia acumulada de tiempo suficiente. El asunto no está claro a nivel internacional, y hay estudios en curso para determinarlo. Tampoco se sabe cuánto dura la respuesta que se desarrolla. Pritsch y González explican que se ha visto que en algunos casos empieza a disminuir la cantidad de anticuerpos, lo cual ocurre en todas las infecciones. Si la enfermedad fue leve, se observa la disminución en unos cuatro meses; si fue severa, se mantienen por más tiempo. Lo habitual en otras infecciones es que quede una carga residual de anticuerpos. Y aunque en un momento se consideró que los test serológicos podrían usarse como una especie de certificado de inmunidad (como si fuera un certificado de vacunación pero no a través de la vacuna sino de la infección), eso se descartó por la incertidumbre que aún prevalece. En el mundo se han hecho varios estudios estadísticos con estos test que han arrojado resultados llamativos. En Buenos Aires, por ejemplo, se hizo en la Villa 31 y mostró que el 53% tenía inmunidad para el virus, lo cual es altísimo. En Nueva York, el último dato indicó que el 20% de la población estuvo infectada.