EE.UU. encara elección como nunca la ha vivido
Voto masivo por correo; Nueva York refleja las dificultades
Estados Unidos vive una campaña electoral diferente a todas las que ha tenido a lo largo de su historia, en la que casi no hay actos públicos, las convenciones de los partidos Demócrata y Republicano serán en parte virtuales, se prevé una enorme votación por correo y demoras para conocer al ganador.
El presidente Donald Trump asegura que el voto por correo para las elecciones presidenciales y legislativas del 3 de noviembre causará un fraude masivo, y favorecerá a su rival demócrata Joe Biden, pero diversos expertos discrepan con ese enfoque. En cambio, surgen coincidencias entre los candidatos, los dirigentes políticos, los legisladores y los especialistas en temas electorales, en el sentido de que el resultado final de los comicios podría no conocerse al final de la jornada de votación y demorar varios días, mientras se realiza el escrutinio de los votos por correo.
Las primarias para definir candidatos al Congreso en algunos distritos de Nueva York aumentaron esa perspectiva. La votación se realizó hace seis semanas y recién se conocieron los resultados en los últimos días. La demora en declarar ganadores dentro de las primarias demócratas a la diputada Carolyn Maloney y Ritchie Torres, suscitó renovada preocupación sobre los problemas que enfrentan las autoridades electorales para organizar y conducir las elecciones en medio de la pandemia del COVID-19.
Maloney representa desde 1993 al 12° Distrito que incluye partes de Manhattan, Queens y Brooklyn, en tanto Torres ganó en el 15° Distrito en el Bronx.
LENTO. Por cierto, Trump aprovechó los problemas electorales de Nueva York para volver a cuestionar si Estados Unidos está en condiciones de realizar la elección general.
La insinuación que había hecho días antes de aplazar la votación a presidente fue rechazada tanto por la oposición demócrata como por los propios republicanos.
La primaria en Nueva York tuvo lugar el 23 de junio, después de que el brote de coronavirus causó una gran ampliación del uso del voto por correo, lo que se tradujo en un torrente de sufragios enviados al Consejo Electoral.
El estallido del COVID-19 induce a los diferentes estados a ampliar el mecanismo de voto por correo para las elecciones de noviembre, a medida que las autoridades de salud pública expresan su preocupación porque la concurrencia a los circuitos disemine aún más la enfermedad. En Nueva York, las autoridades tuvieron que contar más de 400.000 votos por correo o en ausencia, lo que es diez veces superior al número habitual en una primaria.
Para evitar una posible exposición al coronavirus, muchos estados enviarán papeletas por correo a los ciudadanos para que éstos las manden con su voto a los centros electorales. En las presidenciales de 2016, en las que ganó Trump, casi un cuarto de los sufragios (33 millones) fueron emitidos por correo.
Sin embargo, esta vez “deberíamos tener entre 50 y 70 millones de votos por correo”, estima Nathaniel Persily, profesor de derecho de la Universidad de Stanford, en California. “Esta es la mayor transformación del sistema electoral en la historia y se hace en cuatro meses. Es algo sin precedentes e implica serios desafíos”, indicó a AFP.
Trump, que votó por correo en las elecciones de 2016, “tal vez intenta sembrar la duda sobre la legitimidad de las elecciones para sacar ventajas políticas”, observó Rick Hasen, experto en cuestiones electorales de la Universidad Irvine.
“La mayoría de los estados no están preparados”, consideró Persily. “Les falta material y equipos y los servicios postales están en tensión”, lo que podría impedir que las papeletas lleguen a tiempo a los hogares, pero también a los centros de escrutinio”. Agregó que los electores deben armarse de paciencia porque hay riesgo de que demoren los resultados finales.