Cayó el gobierno del Líbano
El primer ministro dimitió, pero el presidente le pidió seguir hasta que se acuerde otro
▃ Una semana después de la explosión en el puerto de Beirut que acabó con la vida de al menos 165 personas, cayó el gobierno del primer ministro Hasan Diab. Lo hizo en medio de protestas masivas. “Los mecanismos de corrupción son más grandes que el Estado” en el Líbano,
afirmó Diab, cuyo gabinete asumió en diciembre de 2019, en respuesta a la ola de protestas de octubre del año pasado. Tras anunciar su decisión, Diab se reunió con el presidente, Michel Aoun, que le pidió que siga hasta la formación de un nuevo Ejecutivo.
El gobierno libanés se desintegró con la explosión del puerto de Beirut. El primer ministro, Hassan Diab, anunció ayer lunes la renuncia de su gobierno, tras las salidas de varios ministros y las protestas masivas luego de la devastadora explosión del pasado martes.
Diab, que se presenta como independiente, culpó a la clase política tradicional del fracaso de su gobierno, y arremetió contra la “corrupción” que llevó a este “terremoto que golpeó al país”.
“Hoy, anuncio la dimisión de este gobierno”, dijo en un discurso televisado. “La catástrofe que afectó a los libaneses en el corazón (...) ocurrió a causa de la corrupción endémica en la política, la administración y en el Estado”, añadió.
“Descubrí que la corrupción institucional era más fuerte que el Estado”, agregó Diab, profesor universitario que formó su gobierno en enero en coalición con el movimiento chiita Hezbolá y sus aliados, especialmente la Corriente Patriótica Libre (CPL).
Cuando Diab iniciaba su discurso, se registraron choques en el centro de la ciudad en los alrededores del Parlamento. Manifestantes lanzaban piedras contra las fuerzas de seguridad que replicaron con gases lacrimógenos.
Esta renuncia no calmaría las protestas que pide la salida de toda la clase política acusada de corrupción e incompetencia. “Todos quiere decir todos”, gritaban los manifestantes este fin de semana.
Cuatro miembros del gabinete ya habían dimitido después de la explosión del 4 de agosto que provocó la muerte de al menos 160 personas y 6.000 heridos y reactivó las protestas populares.
Una semana después de la explosión, las autoridades libanesas acusadas de corrupción e incompetencia por la ciudadanía aún no respondían con claridad a la pregunta que se hace todo el mundo: ¿por qué una enorme cantidad de nitrato de amonio se encontraba almacenada en el puerto de la capital libanesa?
Lo que provocó la catástrofe fue un incendio en un depósito donde estaban almacenadas 2.750 toneladas de nitrato de amonio desde hace seis años sin “medidas de precaución”, según reconoció el propio Diab.
El primer ministro había asegurado que estaba dispuesto a mantenerse dos meses en su cargo hasta la organización de elecciones anticipadas.
En el lugar de la explosión, los socorristas perdieron la esperanza de encontrar a nuevos supervivientes. Quedan menos de 20 personas desaparecidas, según las autoridades.
Francia propuso la formación rápida de un nuevo gobierno en el Líbano.
La tragedia en el puerto de Beirut alimentó la indignación que surgió en octubre de 2019 en Líbano para denunciar la corrupción de la clase política, pero que dejó las calles con la pandemia del coronavirus.
Tras anunciar su decisión, Diab se reunió con el presidente libanés, Michel Aoun, que aceptó la renuncia del Gobierno, pero le pidió que siga en funciones hasta la formación de un nuevo Ejecutivo.
Diab dijo el sábado que pedirá el adelanto de las elecciones parlamentarias.
Francia considera que la dimisión del Gobierno libanés por la “gravedad” de la situación que vive el país requiere ahora la formación rápida de un nuevo gabinete que responda a los grandes desafíos que son la reconstrucción de Beirut y las reformas para evitar que las cosas vayan todavía a peor.
El ministro francés de Exteriores, Jean-yves Le Drian, afirmó en un comunicado que “en estos momentos difíciles de su historia, Francia está, como siempre lo ha estado, al lado del Líbano”.
Le Drian insistió en que en este momento “la prioridad es la formación rápida de un Gobierno”, que “tenga como misión responder a los principales desafíos del país, en particular la reconstrucción de Beirut y las reformas sin las que el país va a un hundimiento económico, social y político”.
El jefe de la diplomacia francesa no entró a valorar directamente la caída del gobierno de Diab, más allá de vincularla con “la gravedad de la situación en la que se encuentra el Líbano”.
Pero no se privó de subrayar que es “indispensable que se escuchen las aspiraciones manifestadas por los libaneses en materia de reformas y de gobernanza”.
Francia, que fue la potencia colonial y estuvo en el origen de la creación del Líbano, separada de Siria, no ha dejado de seguir muy de cerca su evolución política durante toda la historia. El presidente francés, Emmanuel Macron, fue el primer mandatario extranjero en acudir a Beirut dos días después de la explosión del puerto el pasado martes. En esa visita, Macron reclamó a los responsables políticos libaneses “iniciativas políticas firmes para luchar contra la corrupción, para imponer transparencia, para llevar a cabo las reformas” ya prefijadas en la gran conferencia de donantes en París (Cedre), celebrada en 2018.