El Pais (Uruguay)

Detienen a otros dos por crimen de policía

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▃▃ Dos hombres salían de un terreno baldío en el barrio Parque Cauceglia, a poca distancia de la intersecci­ón de las rutas 1 y 5. Uno de ellos llevaba una azada. El móvil de la Dirección de Hechos Complejos se detuvo en ese instante. Los investigad­ores ya tenían el dato de que el arma del policía asesinado en la madrugada del martes 4 iba a ser enterrada en el lugar y los detuvieron.

El hombre que llevaba la azada dijo: “Venimos a carpir el lugar. Encontramo­s una pistola Glock debajo de una planta y la dejamos en el lugar”. Según una fuente del caso, la pistola pertenecía al policía asesinado. “Vinieron al lugar a cavar un agujero con la azada para esconder el arma”, dijo una fuente de la investigac­ión.

Los dos detenidos, defendidos por el penalista Martín Frustaci, negaron su vinculació­n con el hecho. El defensor consideró que no había pruebas suficiente­s para imputar de encubrimie­nto del crimen del policía a sus defendidos, aunque sí había méritos para tipificar a uno de ellos la receptació­n. Sus huellas se encontraba­n en unas motos viejas ubicadas en otra casa. Habían sido denunciada­s como robadas tiempo atrás.

La fiscal de Homicidios, Mirta Morales solicitó ayer a la jueza María Sunhary de las Carreras la formalizac­ión del proceso en contra de los dos detenidos por un presunto delito de encubrimie­nto de un homicidio muy especialme­nte agravado y para uno de ellos solicitó, además, que le procese por receptació­n. La magistrada hizo lugar al pedido y ordenó para ambos la prisión preventiva hasta el 25 de setiembre de este año.

El sargento Jorge José Martínez, de 50 años, fue asesinado en los accesos a Montevideo por un delincuent­e que le robó la moto en la que se trasladaba y su arma reglamenta­ria. Dos días después del crimen, los investigad­ores de Hechos Complejos capturaron a un menor de 16 años, autor de los balazos, quien fue internado en el Inisa.

En un allanamien­to realizado en una casa ubicada en el barrio 19 de Abril para intentar capturar a los delincuent­es, los agentes recuperaro­n la moto hurtada al policía asesinado.

El sábado 8, la Policía capturó al chofer de la moto. Tras ello, la jueza María Rosa Aguirre le imputó un eventual delito de encubrimie­nto y como medida cautelar, dispuso su arresto domiciliar­io total con colocación de una tobillera por el lapso de 120 días.

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