Brasil: “Estampida” en equipo económico por privatizaciones
Bolsonaro busca dar señales de respaldo al ministro Guedes
▃▃ “Estampida”. Así definió el ministro de Economía de Brasil, Paulo Guedes, las renuncias de varios integrantes de su equipo, en medio de diferencias sobre la agenda de privatizaciones del presidente Jair Bolsonaro. Lo que quebró al equipo económico fue la disyuntiva entre avanzar en la agenda privatizadora o mantener el fuerte peso del Estado en la economía cuando pase la pandemia del COVID-19.
El propio Bolsonaro se vio en la necesidad de dar explicaciones ayer miércoles tras la renuncia de dos importantes secretarios del Ministerio de Economía. El presidente reafirmó que la agenda de privatizaciones se mantiene en pie, pese a que ha sido demorada por los efectos económicos de la pandemia, y también por las trabas burocráticas que impone la legislación a la hora de vender una estatal.
El mandatario subrayó que, por una decisión adoptada por la Corte Suprema en 2019, la negociación de una empresa del Estado debe tener el aval previo del Congreso.
“Privatizar está lejos de ser, simplemente, tomar una estatal y ponerla en la estantería para que aquel que pague más se la ‘lleve a casa’”, indicó Bolsonaro a modo de queja, pero sin mencionar que en el Parlamento existen influyentes grupos de partidos que, aún cuando se ubican en el arco de derechas, se oponen a las privatizaciones.
Estos grupos, reunidos en el llamado “centrón”, históricamente han controlado las empresas públicas y manejado sus presupuestos.
En las últimas semanas, el equipo de Guedes ha sufrido lo que el propio ministro calificó este martes de “estampida”. Primero dejaron el Gobierno el secretario del Tesoro, Mansueto Almeida, y el presidente del Banco do Brasil, Rubem Novaes; y este martes renunciaron los secretarios de Privatizaciones, Salim Mattar, y Desburocratización, Paulo Uebel. Otros dos secretarios podrían dejar el gobierno: Waldery Rodrigues (Hacienda) y Carlos da Costa (Productividad y Empleo)
La meta de ese equipo económico para este año era privatizar al menos 300 de las 624 empresas estatales de Brasil.
Sin embargo, incluidas las realizadas desde enero de 2019, cuando Bolsonaro llegó al poder, las privatizaciones suman 84, todas de empresas muy pequeñas. Por la pandemia de coronavirus, las previstas para este año están suspendidas.
Bolsonaro convocó ayer al caer la tarde a una reunión en el Palacio de la Alvorada a Guedes, algunos de los que quedan de su equipo económico y a otros ministros. También se invitó a parlamentarios aliados. El tema de la reunión fue la “estampida” en el equipo económico.
Citando fuentes del gobierno, Oglobo informó que la reunión también tenía como objetivo reafirmar el techo del gasto y dar una demostración de fuerza al ministro Guedes.
Si bien Bolsonaro ha reafirmado su agenda económica liberal, en las últimas semanas parece más volcado a cimentar las bases para su posible reelección en 2022, que tendrían como piedra fundamental a los partidos del llamado “centrón”.
Estos partidos aportaron gobernabilidad a Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff, y ahora Bolsonaro quiere apoyarse en ello, con la clara intención de ampliar su espectro político.