Rosh Hashaná: tradición y sabores
La comunidad judía celebra desde ayer el comienzo del año 5781 en el calendario hebreo
En la tardecita de este viernes 18 de septiembre comenzó el Rosh Hashaná, también conocido como el Año Nuevo Judío. Las celebraciones duran dos días, hasta que se ponga el sol del día domingo, y por estas horas llenas de tradiciones que han pasado de generación en generación se da la bienvenida al año 5781 en el calendario de la colectividad.
Rosh Hashaná significa “cabeza de año” y entre las muy diversas costumbres que tienen lugar, tanto en las sinagogas como en los hogares, está la de compartir una gastronomía que llega a la mesa cargada de simbolismo y de sabores. El origen del Año Nuevo Judío está vinculado con la conmemoración del día en que Elohim creó el mundo.
Durante las noches que dura esta celebración, las familias comparten platos típicos como, por ejemplo, la manzana con miel, que representa una vida dulce. Como sucede con otras tradiciones, es una fecha que no solamente festejan los más ortodoxos, sino que las familias judías en general se reúnen a celebrar la identidad cultural.
Los ritos y las comidas para festejar el Rosh Hashaná han ido variando con el tiempo y el lugar, aunque hay elementos que se mantienen y se comparten hasta el día de hoy en todo el mundo.
Magdalena de los Santos, finalista de Masterchef Uruguay y actualmente chef en el Instituto Yavne, contó a El País que dentro del judaísmo, en lo que refiere a la gastronomía, hay dos grandes ramas. Por un lado están los sefardíes (que provienen de la zona de Medio Oriente) y, por otro, los asquenazíes (originarios de Europa Central y Oriental).
La cocinera contó que en Uruguay, por lo general, hay más personas dentro de la rama asquenazí que tienen como uno de sus patos principales el llamado gefilte fish, una especie de croqueta hecha con tres variedades de pescado molido, zanahoria, cebolla, azúcar, sal y pimienta. Puede ser al horno o hervida y tener diferentes formas.
En la mesa de los sefardíes suele compartirse unas albóndigas de carne con puerro que se llaman koftades de prasa y están hechas con carne y puerro, están cubiertas por harina y cocidas dentro de una salsa de tomate condimentada. “Los sefardíes condimentan mucho; las preparaciones de los asquenazíes son más suaves”, detalló De los Santos. Estas especies de albóndigas se acostumbran comer con arroz turco y diferentes ensaladas.
SIMBOLISMO. Lo que es infaltable en esta celebración del Rosh Hashaná en todas las mesas es el jalá. “Es un pan que se come todos los viernes, pero en Rosh Hashaná no tiene forma de trenza como siempre, sino que es redondo”, explicó la cocinera.
Este pan redondo “se llama jalá agulá y puede ser salado o dulce, con pasas de uva o chocolate. Lo importante es que sea redondo”, agregó De los Santos.
El deseo de que este año que comienza sea fructífero y dulce hace que en la mesa no falte este pan porque con su forma recuerda lo cíclico e infinito, es decir, lo circular de la vida.
El jrein es otra preparación siempre presente en las mesas: se trata de un rábano picante que se suele preparar con remolacha. Es muy consumido por los asquenazíes y va muy bien con el pescado. Lo que también se acostumbra consumir con este tipo de carnes es el tzimes, a base de zanahoria glaseada.
DULCE. Dentro de las tradiciones está, por ejemplo, la de incluir miel y dátiles en las mesas, que representan el deseo de que el año que comienza sea dulce.
“Los dulces no pueden faltar en las celebraciones porque el año tiene que empezar con mucha dulzura”, señaló la cocinera a El País. El leikaj de miel, una torta dulce y húmeda, está presente sobre todo en los hogares de los asquenazíes, mientras que en los de los sefardíes se celebra más con baklavá u otras preparaciones que incluyen frutos secos.
También es tradicional la manzana con miel, que simboliza, por un lado, la fruta el pecado del egoísmo, pero con la miel representa la mitigación del mismo. Los platos con cabezas de pescado también son muy comunes: simbolizan el hecho de que uno elige su propio camino y debe ser fiel a sus convicciones.
Rosh Hashaná también da inicio a los 10 días de arrepentimiento que culminan con Yom Kipur ,el día del perdón, que este año será desde la tarde del domingo 27 hasta que se ponga el sol del lunes 28. A diferencia del año nuevo, en esta fecha se suele practicar el ayuno.
“Los dulces no pueden faltar, porque el año tiene que empezar con mucha dulzura”.