El Pais (Uruguay)

El turismo y los cepos argentinos

Las restriccio­nes al tipo de cambio se suman a las conocidas limitacion­es sanitarias

- LUIS CUSTODIO

▃▃ “Al argentino que necesite comprar dólares para gastarlos en Uruguay, le va a salir 65% más caro que el tipo de cambio oficial, como efecto principal”, sostuvo la economista argentina Rosario Campos en referencia al endurecimi­ento del cepo cambiario en el país vecino. En tanto, el Ministerio de Turismo apunta al “turismo salud”: que entre gente sana con test negativo —máximo 72 horas— y que esté dispuesta a cumplir cuarentena obligatori­a de siete noches en hoteles debidament­e registrado­s.

El puerto de Colonia recibió el último ferry con pasajeros de Argentina el sábado 21 de marzo. La vida de la ciudad cambió. El turismo interno de fines de semana no es suficiente; en la hotelería, los gastronómi­cos y el comercio en general no todos soportaron los casi cuatro meses de cierre; algunos ya no abrirán y otros esperan hacerlo en condicione­s mínimament­e rentables, hoy algo imposible. Los locales comerciale­s vacíos en la ciudad suman varias decenas; en marzo —primer mes de afectación por la pandemia—, las solicitude­s de subsidio al desempleo encolonia fueron 2.630, la mayor cantidad después de Montevideo, Canelones y Maldonado, según cifras del Banco de Previsión Social.

Hay propuestas y reclamos, pero hasta ahora no alientan nada concreto. Ese pesimismo se observa en el índice de confianza del consumidor. Colonia es el departamen­to donde este indicador se comporta peor, según el Índice de Confianza del Consumidor (ICC) elaborado por la Cátedra SURA de Confianza Económica de la Universali­dad Católica con Equipos Consultore­s. En efecto, en el acumulado Septiembre ‘19-Agosto ’20, Colonia aparece notoriamen­te despegado del promedio nacional con 41,5 puntos (frente al 47,6) en una escala de 0 a 100.

En el Este, mientras tanto; hay algunas señales diferentes; los argentinos con residencia han llegado vía aérea o terrestre, por Montevideo o Fray Bentos; muchos van y vienen. El ministro de Turismo Germán Cardoso ha dicho que se quedaron unos 15.000. Pero el arribo masivo de verano sigue amenazado.

De acuerdo con Javier Sena, presidente de la Cámara inmobiliar­ia de Punta del Este y Maldonado, el movimiento en la costa de ese departamen­to “es importante y las consultas para la temporada se han intensific­ado, lo que es una señal de que esperan poder veranear igualmente en nuestro país”. Aguardan alguna señal de reapertura, aunque sea parcial, para recuperar parte de su público; pero al mismo tiempo, reciben con pesimismo el endurecimi­ento de las medidas del tipo de cambio dispuestas por el Banco Central de Argentina.

LAS NUEVAS MEDIDAS. Mientras la pandemia avanza en Argentina —casi 133.000 casos activos y más de 12.000 muertos— y las restriccio­nes a la movilizaci­ón social se mantienen, se suman otros cepos: las nuevas medidas cambiarias anunciadas la pasada semana por el Banco Central (BCRA), implican más restriccio­nes para acceder al dólar y un encarecimi­ento por la obligación de pagar un anticipo al impuesto a las Ganancias; esto amplificó la brecha ya existente entre la cotización oficial y el dólar paralelo (blue), donde el precio se expresa libremente, en función de la oferta y la demanda.

Entre otras medidas, con el nuevo esquema, el dólar ahorro y los gastos en esa divisa con tarjeta en el exterior pagarán un adicional de 35% a cuenta del Impuesto a las Ganancias o de Bienes Personales. Eso se suma al 30% del llamado impuesto PAIS, con lo que el precio para comprar dólares en el mercado oficial se va a 130 pesos argentinos.

Por otro lado, aunque se mantiene el cupo de compra de US$ 200 mensuales por persona, ahora los pagos en dólares que se realicen por compras en el exterior con tarjeta de crédito o débito se computarán dentro del límite del cupo mensual. Y si bien no se fija un tope al consumo con plástico, si los gastos mensuales superan esa cuota absorben la de los meses subsiguien­tes. "Es decir, que si uno gastó US$ 1.000 en un mes, por cinco meses no podrá comprar dólares para atender otras compras o para ahorro", explicó el presidente del BCRA, Miguel Ángel Pesce, al anunciar las medidas.

Según explica Marina Dal Pogetto, directora ejecutiva del estudio Ecogo de Argentina, “el BCRA venía perdiendo reservas a un ritmo impresiona­nte; en 15 días de septiembre vendió US$ 1.000 millones, casi lo mismo que había vendido en todo el mes de agosto; en total, unos US$ 4.000 millones desde que comenzó la pandemia contra

US$ 6.000 millones de reservas. Por tanto, ante este ritmo de goteo, la especulaci­ón sobre un desdoblami­ento formal del tipo de cambio y/o una devaluació­n más rápida estaba en todos lados, ejerciendo una fuerte presión en la brecha cambiaria, sobre los instrument­os indexados al tipo de cambio oficial y fundamenta­lmente sobre la tasa de interés en dólares”.

A su vez, Rosario Campos, economista argentina radicada en Uruguay, sostuvo que el impacto es muy duro para la producción exportable: “El productor de soja, por ejemplo, tienen una deducción del 33% por concepto de derechos de exportació­n. A un productor de soja argentino le sacan 33% por derechos de exportació­n y le liquidan a tipo de cambio oficial: le dan 53 pesos argentinos por cada dólar. Para comprar US$ 1 necesita 130 pesos argentinos (30% solidario más 35% a cuenta de Ganancias). La extracción es 60% para el Estado antes de todos los demás impuestos”, detalló.

Por otra parte, Dal Pogetto añadió que el objetivo del BCRA fue el de tratar de cerrar todos los agujeros por donde se van los dólares, pero “es muy difícil estabiliza­r la brecha así. Si la brecha cambiaria sigue escalando, los incentivos de la economía se caen”, amplió. “El sector privado está lleno de dólares en Argentina y el que no tiene es el Central. Lo que pasa que la demanda de dólares en el mercado privado es infinita y los incentivos con esta brecha es llevarse todos los que puedan. Y cada vez tienen que poner más restriccio­nes para que no se los lleven. La única forma de estabiliza­r es bajar la brecha, pero con lo que hizo ahora la subió”, afirmó.

¿Y EL TURISMO? “Si se abre realmente el turismo en verano, al argentino que necesite comprar dólares para gastarlos en Uruguay, le van a salir 65% más caro que el tipo de cambio oficial, como efecto principal”, sostuvo Campos. Eso, además de las restriccio­nes de la compra con tarjeta de crédito en el exterior donde opera el mismo 65% y los límites de compra establecid­os.

La única forma de estabiliza­r es bajar la brecha del dólar, pero el BCRA la subió.

De todos modos, la afectación será menor a para aquellos turistas de mayor poder adquisitiv­o, que no dependen de la cuota de US$ 200 de cupo al mes.

Un consejo que se le comienza a dar a los potenciale­s viajeros argentinos: tratar de comprar todo lo que se pueda en Argentina antes de viajar, en pesos argentinos y en cuotas: pasajes, hoteles, excursione­s, actividade­s, alquiler de auto, asistencia al viajero, evitando los gastos con tarjeta y en dólares en el exterior.

Sena, presidente de la Cámara Inmobiliar­ia de Maldonado y Punta del Este, desestimó esa posibilida­d: “no pueden venir con contenedor­es de alimentos y otras necesidade­s ya cubiertas desde Argentina, comprarán acá lo que necesiten, y los comercios uruguayos buscarán, como siempre lo hacen, la forma de facilitarl­es la venta, aceptando pesos argentinos en efectivo, por ejemplo. Otros operan con tarjetas no emitidas en Argentina. Hay que facilitarl­es la posibilida­d de viajar y hacer sus gastos sin problemas”, indicó.

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Desde el mayorista al blue, hoy en Argentina conviven diez cotizacion­es distintas.
BILLETE VERDE. Desde el mayorista al blue, hoy en Argentina conviven diez cotizacion­es distintas.

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