Un 25% menos de bajas por COVID-19
▃ El coronel retirado Gustavo Figueredo, encargado de recursos humanas de las Fuerzas Armadas, advirtió a El País que: “hubo una baja notoria del delito de deserción” debido a la pandemia del COVID-19. Es decir, los soldados deciden quedarse por no tener otras mejores oportunidades de trabajo.
“Notamos una baja de alrededor un 25%. Lo que creemos es que por el coronavirus aquellos que tenían ofertas laborales y decidían irse de las Fuerzas Armadas, ya no las tienen”, sostiene Figueredo.
Las deserciones se suelen dar en el personal subalterno y no con oficiales. Esto puede tener varias explicaciones, pero seguramente una de ellas tenga que ver con el dinero. En el caso de la Armada, por ejemplo, un marinero de primera gana $ 18.278; un cabo de segunda, $ 19.117; y un cabo de primera, $ 22.224.
El artículo 101 del proyecto de ley de Presupuesto habla de un “incremento salarial para el personal militar”, al que accederán desde los soldados de primera hasta los sargentos. Esto implica un gasto total de $ 224 millones, y es un incremento de $ 600 en el salario para soldados, de $ 625 para los cabos de segunda, de $ 740 para los cabos de primera y de $ 810 para los sargentos.
Casi 23.000 efectivos son los que se verían beneficiados por esta medida.
El dinero para esto se sacará de la eliminación de otros cargos, como ser el de Director del Servicio de Retiros y Pensiones de las Fuerzas Armadas.