Una buena historia detrás de un disco raro
Detrás de este disco hay una historia rarísima y que haya llegado a esta columna se debe principalmente a esas cuestiones de algoritmo de Youtube, sobre las que mejor no preguntarse. Tampoco cómo hace, en general, para acertar a pura fórmula matemática.
Bueno, a la historia de Deux filles, tal como la cuenta el sitio Allmusic. Lo integraban dos amigas, Gemini Forque y Claudine Coule, marcadas por la desgracia: las dos habían perdido a su familia de manera trágica y se conocieron peregrinando a la Virgen de Lourdes. Grabaron dos discos
(Silence & Wisdom es el primero) y tocaron en vivo cuando desaparecieron en un viaje juntas a Argelia. Nunca quedó claro qué pasó —hay una carta de Claudine desde India años más tarde— y las especulaciones y la leyenda las convirtieron en figuras de culto.
Era todo mentira. Gemini y Claudine eran en realidad, Simon Fisher Turner y Colin Lloyd Tucker, que habían dejado la banda The The y se les cruzó esta idea. Se vistieron de mujer para las portadas de sus discos y hasta, dicen, llegaron a tocar en vivo frente a un público que no se percató de la circunstancia.
Recién cuando se descubrió la impostura, los snobs de este mundo volvimos a girar nuestras cabezas hacia elles. Por suerte.
Está claro que no es el sabor favorito de muchos con sus capas de sintetizadores melancólicos y un concepto demasiado estrambótico de lo que se definiría como ambient pop muy a la usanza de su época. Referencias al sonido del sello 4AD o a Brian Eno acompañan un disco que se deja escuchar con amabilidad y puede convertirlo en la estrella de una reunión de enterados de la música. Y ese es el sueño de todo snob.