ALBERTO FERNÁNDEZ TIENE COVID, PESE A DOS DOSIS DE SPUTNIK
“Si no tuviera la vacuna, estaría pasando muy mal”, sostuvo
El presidente de Argentina, Alberto Fernández había cumplido 62 años, el viernes, pero en la jornada en que compartió esa alegría con la primera dama sintió ciertos síntomas, incluyendo fiebre de 37°C, que le preocuparon y advirtieron que podía padecer de COVID-19. En la primera hora de la madrugada de ayer sábado, en un posteo en Twitter, el mandatario anunció a los argentinos y al mundo que el primer test de antígenos que le hicieron indicó que estaba infectado por el virus. Dieciséis horas después de ese tuit, la Unidad Médica Presidencial emitió un comunicado en el que ratificó la información y afirmó que el posterior test por PCR (análisis molecular) confirmó que el gobernante contrajo el virus SARS-COV-2.
Fernández se encuentra infectado pese a que recibió las dos dosis de la vacuna de producción rusa Sputnik V.
“Quería contarles que al terminar el día de hoy (viernes), luego de presentar un registro de fiebre de 37.3 y un leve dolor de cabeza, me realicé un test de antígenos cuyo resultado fue positivo”, escribió el presidente Fernández en sus redes sociales. Explicó a través de un hilo en su cuenta de Twitter que se encuentra aislado y que ya contactó a las personas que vio en las últimas 48 horas “para evaluar si constituyen un contacto estrecho” y que, de esta manera, cumplan con el correspondiente aislamiento.
El mandatario contó que se encuentra bien, aunque lamentó lo sucedido, especialmente por haberse dado en su cumpleaños. “Para información de todos y todas me encuentro físicamente bien y, aunque hubiera querido terminar el día de mi cumpleaños sin esta noticia, también me encuentro bien de ánimo. Agradezco desde el alma las muchas muestras de afecto que hoy me han brindado recordando mi nacimiento”, expresó.
“Debemos estar muy atentos. Les pido a todos y todas que se preserven siguiendo las recomendaciones vigentes. Es evidente que la pandemia no pasó y debemos seguir cuidándonos”, sostuvo Fernández.
El Presidente recibió la vacuna rusa Sputnik V el pasado 21 de enero.
El contagio del mandatario se da en medio de lo que muchos afirman es la segunda ola de infectados en el país.
Tal es así que, ante el aumento sostenido y alarmante de casos, Fernández se iba a reunir ayer sábado en la Quinta de Olivos con el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, para conversar sobre este problema y, de ser necesario, definir nuevas restricciones.
Ayer, por la tarde, Fernández y Rodríguez Larreta conversaron durante 15 minutos, por videoconferencia, que alcanzaron únicamente para retomar la dinámica de trabajo conjunta que se había perdido con el paso del tiempo.
Pese a la dinámica de la pandemia, por ahora no resolvieron nuevas medidas. Solo se comprometieron a trabajar coordinadamente entre la Nación, la Provincia y la Ciudad, como habían hecho al inicio de la pandemia.
En la ciudad de Buenos Aires, Rodríguez Larreta apunta únicamente a reforzar los controles sobre las restricciones vigentes: cuidar el aforo en los restaurantes, reservar el transporte público para esenciales y para la comunidad educativa y vigilar la actividad nocturna en horarios prohibidos.
En principio, el alcalde porteño escuchó del presidente uno de los puntos que más le importan: que se sostendrán las escuelas abiertas con educación presencial “como máxima prioridad”.
“Analizaron los datos epidemiológicos de la Ciudad y compartieron su preocupación por la evolución de los contagios de los últimos días”, señalaron fuentes allegadas al alcalde.
ASINTOMÁTICO. Después que la salud del presidente tuvo repercusión internacional, la Unidad Médica Presidencial difundió un comunicado: “El día viernes 2 de abril del corriente año, el señor Presidente de la Nación, Doctor Alberto Ángel Fernández, tras haber presentado un registro de temperatura de 37,3° centígrados y cefalea se realizó un test de determinación de antígeno para COVID19 siendo positivo”.
El comunicado de cuatro párrafos, luego agrega: “Ante esta situación se tomaron las medidas de aislamiento obligatorio para el primer mandatario y todos los contactos estrechos del mismo en las 48 horas previas al inicio de los síntomas, como así también se procedió a realizar un hisopado para PCR a fin de confirmar o descartar la enfermedad”.
“Quiero transmitir que en el día de la fecha, he evaluado al Primer Mandatario, quien se encuentra estable, asintomático, con parámetros dentro de rangos de normalidad”, dice el texto, que lleva la firma de Federico Saavedra, director de la Unidad Médica Presidencial.
El documento señala en el párrafo final: “Se confirma el diagnóstico de infección por COVID-19 al recibir el de PCR positivo, dejando en claro que el cuadro clínico es leve debido en gran parte al efecto protector de la vacuna recibida”.
Ayer sábado por la mañana, el presidente Fernández habló sobre su estado de salud, aseguró que se siente bien y precisó que solo tiene “tres líneas” de fiebre.
AISLADO Y BIEN. “Lo que me dicen mis médicos es que evidentemente la vacuna generó una cantidad de anticuerpos importantes para que yo en este momento no la esté pasando como una persona de 62 años que se contagia y en los primeros días expresa su dolencia”, destacó Fernández en diálogo con AM750 ante el debate que se suscitó alrededor de las posibilidades de contagio de una persona inoculada. “Si no tuviera la vacuna, la estaría pasando muy mal”, enfatizó.
“Estoy aislado en la casa de huéspedes, no vienen ni los perros a verme”, ironizó Fernández, y explicó que su médico le permitió salir a caminar por la quinta de Olivos. “Me dijo: ‘Si te sentís con fuerza, ponete un barbijo y hacelo’”, aclaró.
“Estoy aislado. Mi médico me dijo: ‘Si te sentís con fuerza caminá por Olivos’”.