Un embudo en el que lo previo ya se saturó
Ante una posible saturación de los CTI, algunos médicos advierten que los desbordes repercuten en otros ámbitos del sistema, que deben absorber a los pacientes no ingresados. Los afectados en un escenario así serían sobre todo los internistas, que están a cargo de las salas de cuidados moderados. En ese sentido, el jefe del servicio de medicina de la Española, Álvaro Danza, recuerda situaciones límite en ciertos inviernos, pero aclara que “esto no se parece en nada a nada”. Desde su casa, cursando un cuadro leve de COVID-19 e impactado con las cuarentenas en el ámbito médico, Danza advierte que “hace 15 días que el sistema está saturado desde el vamos”, y con esto se refiere a la cadena que comienza con los llamados por casos sospechosos o contactos, los hisopadores, los laboratorios, el equipo que hace seguimiento a los casos para “pescar” a los que se agravan, las ambulancias que hacen los traslados. Sobre este último eslabón dice que las esperas en las puertas de centros públicos o privados, aguardando para ingresar pacientes con Covid, se ven a diario, con hasta 10 vehículos en fila. A esas personas hay que evaluarlas en condiciones de aislamiento y, en caso de definir su internación, asignarles una cama que al inicio suele ser en cuidados moderados. “El CTI es el embudo, la parte final de un largo proceso que está desbarrancando”, plantea el internista.