DIRECTORA DE LA DGI ANUNCIA MÁXIMO RIGOR CON INCUMPLIDORES
—El plan estratégico marca también el uso avanzado de datos y analítica. Esto ya lo venía haciendo la DGI, ¿qué etapa se va encarar ahora? —Acabamos de hacer una renovación de los servidores centrales, con una inversión de casi US$ 1 millón. Y a su vez, el almacenamiento en disco que son otros US$ 600.000. La DGI invierte en “fierros” y eso nos permite procesar la información que tenemos, desarrollando estrategias como inteligencia artificial y asegurando la seguridad de la información. Estamos sujetos a auditorías internas, que es una de las que tenemos. Entonces, tenemos que seguir en línea con los avances tecnológicos, pero a la vez ofrecer garantías para que no haya nadie de la DGI ni de otro lugar que pueda ingresar al sistema por curiosidad, ya ni siquiera por maldad.
—Y en cuanto a avanzar en el uso de esos datos, ¿qué más se puede esperar?
—En factura electrónica en la DGI ingresaron más de 6.580 millones de documentos desde que se implementó. Solamente en 2020, ingresaron casi 1.200 millones de comprobantes fiscales electrónicos, un crecimiento de casi 200 millones. La factura electrónica comenzó como un proyecto piloto en 2012 y a lo largo de este tiempo lo hemos impulsado porque es una herramienta potente para la administración tributaria. Prácticamente todos los grandes contribuyentes están subidos al sistema de facturación electrónica. Es importante porque es información cierta de la actividad económica y de los sectores. En todo este proceso hay proveedores de servicios de facturación electrónica, que son aliados nuestros. En la ley de urgente consideración se dan beneficios fiscales a las pequeñas empresas si están subidas a la factura electrónica, les da la opción de tributar la cifra menor de: un 3,3% de las ventas o el IVA mínimo. A través de la Cámara Uruguaya de Tecnologías de la Información logramos que se les ofreciera asesoramiento y con un costo muy reducido hay determinados proveedores que les ofrecen ese servicio. Además, las otras empresas que les compran a las pequeñas, pueden deducir el gasto del IRAE, si estas tienen factura electrónica. En lo que va del año, se subieron a factura electrónica 4.000 contribuyentes y de ellos unos 1.300 son Literal E (pequeñas empresas).