Fernández y Cristina, pulseada por las tarifas
El presidente logra mantener a Martín Guzmán
El presidente argentino Alberto Fernández logró por ahora mantener a su ministro de Economía, Martín Guzmán, cuestionado por la vicepresidenta Cristina Fernández. Este fin de semana circularon versiones sobre la renuncia de Guzmán, luego de que no prosperara su pedido para la salida del subsecretario de Energía, Federico Basualdo, funcionario cercano a Cristina Kirchner. Basualdo desobedeció una orden de Guzmán de avanzar en el aumento de tarifas públicas. “Terminó la novela. El presidente es Alberto y Guzmán se queda”, dijeron fuentes de la Casa Rosada.
El presidente Alberto Fernández y Martín Guzmán chatearon varias veces en un fin de semana plagado de rumores y versiones sobre el alejamiento del ministro de Economía, desautorizado luego de pedir —y no obtener— la renuncia inmediata del subsecretario de Energía, Federico Basualdo, quien desobedeció su orden de avanzar con una suba escalonada de tarifas de servicios públicos.
“Terminó la novela. El presidente es Alberto y Guzmán se queda”, afirmaron a La Nación fuentes cercanas al primer mandatario. Basualdo, un funcionario que reporta directamente a Cristina Kirchner y a La Cámpora, tiene las horas contadas en el Gobierno, aseguraron las fuentes de trato permanente con el Presidente.
Desde el cristinismo duro, en tanto, aseguraron que “Guzmán va a aguantar hasta que nosotros le digamos”, reiteraron que Basualdo sigue aún en su puesto y acentuaron sus diferencias con el Ministro de Economía, que “está obsesionado con reducir la emisión y el gasto público para generar un clima amigable con el FMI”, una postura que consideraron “suicida” en momentos de pandemia.
“Se esperará un tiempo, pero Basualdo se va. Es un funcionario que no funciona”, ironizaron cerca del Presidente, apelando al léxico cristinista.
Guzmán le había pedido a Basualdo un estudio de segmentación de tarifas, que el funcionario no entregó a tiempo, coincidiendo con las críticas de La Cámpora a los aumentos de tarifas escalonadas en pleno año electoral y comentarios en “off” del cristinismo duro sobre un solo aumento, del 9%, que finalmente fue el que se materializó. Guzmán se enojó por el desplante y desde su entorno hicieron correr la versión de su renuncia.
Ahora, cerca del Presidente aseguran que el Ministro de Economía está firme, y que si efectivamente Fernández encabeza su proyectada gira por Europa para buscar apoyo en su negociación con el FMI (esto es, si la situación sanitaria lo permite), Guzmán formará parte de la comitiva oficial.
También relativizan los reclamos por un mayor gasto social y subsidios que surgen cerca de la vicepresidenta. “Ellos (por el Instituto Patria, una institución kirchnerista) piden de todo pero perdieron las elecciones y cuando fueron gobierno lo volcaron”.
Mientras tanto, cerca del ministro dan crédito a las versiones sobre su enojo con Basualdo y la presentación informal de su renuncia, pero aseguran que “no hay novedades” sobre su salida del gabinete. Confían en que su caso no será similar al de María Eugenia Bielsa (ministra de Desarrollo Territorial y Hábitat)), Marcela Losardo (ministra de Justicia) o Ginés González García (ministro de Salud), que salieron del gabinete luego de ser blanco de críticas de leales a la expresidenta.
El Presidente, que ayer estuvo en la quinta de Olivos, tomará juramento hoy, a las 12:30, en Casa Rosada al nuevo ministro de Transporte, Alexis Guerrera, quien ocupará el lugar de Mario Meoni, fallecido en un accidente automovilístico.
DISCREPANCIAS. El origen de las desavenencias entre Guzmán y Basualdo y de hecho con la postura de Cristina Kirchner, es la política tarifaria.
El viernes pasado, a última hora, se hizo oficial un aumento del 9% en las tarifas de las empresas distribuidoras de energía, Edenor y Edesur, en la zona metropolitana de Buenos Aires, el área más populosa de Argentina. El aumento se sitúa por debajo de la inflación acumulada y proyectada.
El porcentaje de incremento dijo poco sobre la cuestión de fondo que radica en cómo van a seguir los aumentos tarifarios durante un año en el que se celebrarán elecciones legislativas. El kirchnerismo no quiere ningún otro aumento. “La única política pública tarifaria es el aumento del 9% que se dispuso y no va a haber más”, aseguraron cerca del Instituto Patria. En cambio, Guzmán pretende seguir actualizando las tarifas, muy por encima de los dos dígitos —algunos mencionan el 30%— y de forma segmentada de acuerdo con el nivel de ingresos de los usuarios.
Lo que advierte puertas adentro el ministro Guzmán es que, de no resolverse la cuestión tarifaria, el impacto económico puede ser gravísimo. Guzmán repite que los subsidios a las tarifas son “emisión pura” que presiona contra el dólar y contra la inflación. “Es un descalabro que no termina bien. Y que tampoco ayuda a ganar una elección”, advierte el funcionario a sus interlocutores.
El Gobierno apuntó a la inoperancia de Basualdo por la falta de resultados en el trabajo de segmentación de los usuarios de la energía eléctrica. “Hace 18 meses que no hace lo que se le pidió”, dijo una alta fuente oficial.
DEMORADO. Sin embargo, en el kirchnerismo dicen que esa embestida es falaz. “Se puso en marcha un programa para segmentar a los usuarios particulares por polígonos geográficos y por nivel de ingresos y patrimonio. Para poder identificar a los usuarios de altos ingresos hacía falta el acceso a la información estratégica de AFIP (la agencia impositiva) y del Banco Central. Eso requiere de un decreto que está parado hace dos meses en Casa Rosada y el ministro lo sabe”, señaló una fuente cercana a Basualdo. Recordó que el primero que hizo una segmentación de tarifas es el exministro de Economía y actual gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof.
Las tarifas de electricidad y gas están congeladas desde febrero de 2019 cuando el gobierno de Maurucio Macri interrumpió la actualización tarifaria, debido a las elecciones presidenciales que finalmente perdió ese año ante la fórmula justicialista.