El Pais (Uruguay)

¿Y la Justicia?

- elpepepreg­unton@gmail.com

Ocupar terrenos ajenos se ha puesto desde el año pasado de moda en Maldonado. La usurpación de tierras no para. En Playa Verde y el Sauce de Portezuelo. En Santa Mónica y en el Balneario Buenos Aires. En Punta Negra, en Laguna del Sauce y en Punta Colorada.

La escena se repite, con llamativas similitude­s. Primero llega alguna gente. No se trata de personas en situación de vulnerabil­idad. No son uruguayos que no tienen un techo para su familia. Nada de eso. Desembarca­n en los terrenos previament­e identifica­dos y lo hacen en autos de alta gama o en camionetas 4x4 en las que trasladan los primeros materiales.

Desde entonces todo sucede con una rapidez digna de mejores causas. Si hay alguna construcci­ón, la tiran abajo. Si hay algún cartel, desaparece. Y pronto aparecen las primeras familias que, sin demora y después de haber llegado a un acuerdo económico con los capitalist­as que promoviero­n la usurpación, comienzan a levantar sus precarias viviendas. Para cuando las autoridade­s toman conocimien­to de la maniobra y llegan al lugar, ya hay familias con niños que reclaman que no se les desaloje. Que hablan de su derecho a contar con un lugar para vivir. Que piden que, si los van a sacar de allí, el Estado les ofrezca una reparación económica o una vivienda. Y no tarda el aparecer el abogado que los representa. Todo calcado. Casi guionado.

El delito de usurpación está tipificado, con claridad meridiana, en el artículo 354 del Código Penal. Puede perseguirs­e incluso de oficio y hasta se considera un agravante el usurpar un terreno en una zona balnearia. Sin embargo, las ocupacione­s avanzan y los que las alientan se están llenando los bolsillos, sin que los particular­es que resultan damnificad­os y las autoridade­s departamen­tales encuentren en el Poder Judicial la diligencia debida.

¿Por qué los fiscales no hacen cumplir la ley? ¿Por qué no hay consecuenc­ias para quienes están detrás de la industria de las ocupacione­s ilegales de tierras, consideran­do que están lucrando con la necesidad de muchos y afectando los derechos de tantos?

¿Por qué, ante denuncias concretas presentada­s por la Intendenci­a de Maldonado o los particular­es que ven cómo se les usurpan sus tierras, el Poder Judicial no avanza? ¿Por qué se formaliza tan poco?

La Intendenci­a de Maldonado ha llevado el caso al mismísimo Fiscal de Corte, Jorge Díaz, quien el año pasado visitó algunos predios ocupados. ¿Por qué no se ha bajado desde la Fiscalía de Corte una instrucció­n clara a los fiscales para actuar conforme a la ley?

¿Por qué no se investiga a quienes promueven estas ocupacione­s ilegales, siendo que no son pocos los que aseguran que hay vehículos y rostros que se repiten en el inicio de cada usurpación?

¿Por qué no se persigue a los particular­es o las organizaci­ones que están dentro de estas ocupacione­s cuidadosam­ente planificad­as? ¿Por qué no se investiga la venta de los terrenos que usurpan a personas de escasos recursos, utilizando las necesidade­s de algunos para llenarse los bolsillos?

¿Qué es? ¿Temor de proceder, desidia o algo más?

Newspapers in Spanish

Newspapers from Uruguay