Amistades peligrosas
El país amanece hoy con un paro general que no tiene razón de ser. Que solo hará más ingrato el día a los trabajadores que, en medio de una pandemia, dependen del transporte público para llevar el sustento a su hogar. E incluso perjudicará un proceso de vacunación que es ejemplo global, y que ya parece empezar a dar señales de éxito en la lucha contra el coronavirus. Pero lejos está de ser esta la señal más clara de incoherencia de la cúpula que dirige el poder sindical en Uruguay, y su brazo político, hoy en la oposición.
En las últimas horas el Frente Amplio ha mostrado hasta dónde es inconsistente en sus discursos y postulados, y hasta dónde ha sido cooptado por fuerzas reaccionarias, dogmáticas, y con tintes claramente antidemocráticos.
Hablamos del apuro por reconocer públicamente al candidato Pedro Castillo, probable ganador de las elecciones en Perú, pero cuya designación formal definitiva depende de que se resuelvan una serie de recursos e impugnaciones que están pendientes de trámite por la justicia electoral de ese país. Sin embargo, pese a un pedido expreso del gobierno peruano para que los países amigos como Uruguay aguarden la resolución de estos recursos, y pese a que como bien señaló el editorial del martes pasado, va contra lo que el propio FA hizo en la última elección, la Mesa Política de ese partido salió, alegre y presurosa, a festejar la victoria del líder sindical peruano.
Ahora, ¿quién ese este personaje que puede convertirse en el nuevo presidente del Perú? ¿Cuáles son las ideas que profesa, y hacen que la Mesa Política del Frente Amplio se sienta tan contenta de que haya llegado al gobierno?
En las últimas horas, Castillo dio una muestra de su talante moderno, humano, de su solidaridad social, al afirmar que si asume, dictará un decreto para que en 72 horas todos los extranjeros que viven en Perú, notablemente más de un millón de venezolanos que han huido de la implosión del paraíso bolivariano, tengan que irse de Perú. Castillo los acusa de haber llegado al país a delinquir y a robar el trabajo de los peruanos.
Pero... ¿cómo? No era que la “izquierda” era una postura humanista, que buscaba atender con solidaridad y amor fraterno a los necesitados, sin barreras injustas como fronteras, nacionalidades, colores de piel? Pensar que a Manini Ríos lo quisieron crucificar por sugerir que tal vez había que privilegiar al uruguayo a la hora del trabajo.
Pero eso es apenas un adelanto. Castillo acostumbra a citar pasajes bíblicos cuando apela a la moral para justificar su rechazo al aborto, al matrimonio homosexual y la eutanasia, entre otros ítems de la agenda progresista que lo tienen sin cuidado. ¿Éste es el tipo de ideología que siente como “compañera” la Mesa Política del Frente Amplio?
La clave para entender esta afinidad tal vez venga por las palabras del vicepresidente de Castillo, un personaje oscuro y peligroso llamado Vladimir Cerrón, que se ha definido como “internacionalista”, y que defiende “los procesos revolucionarios en Cuba, Nicaragua, Ecuador, Venezuela y Bolivia”.
Porque por estos días, particularmente Nicaragua vive momentos aciagos, a medida que la dictadura liderada por Daniel Ortega arrecia con la represión, metiendo presos a los principales dirigentes opositores que podían amenazar su victoria en las próximas elecciones. Toda la velocidad que mostró la Mesa Política del Frente Amplio para reconocer la victoria de Castillo, contrasta con
Las ideas y declaraciones del probable nuevo presidente peruano, hacen incomprensible la alegría que mostró la Mesa Política del Frente Amplio al apurarse a reconocerlo.
el silencio ante los atropellos que ocurren en Nicaragua. Es más, hace ya tres años visitó Uruguay una delegación de activistas democráticos nicaragüenses, y pese a que se reunieron con Javier Miranda y otros dirigentes del FA, estos se negaron a comentar sobre la situación en Nicaragua. Y la FEUU, sí, los estudiantes solidarios uruguayos, se negaron a recibirlos. Todo para amparar a un decrépito dictador tropical, que pisotea los derechos básicos de su gente. Y que tiene denuncias hasta por violación de menores, pero a quien el Frente Amplio declaró ciudadano ilustre de Montevideo.
¿Por qué ocurre esto? ¿Por qué se alinea el Frente Amplio con este tipo de personajes? La razón es ese corral de ramas ideológico, ese rosario de alianzas y compromisos funesto, al que se ha sumado buena parte de los dirigentes de izquierda y sindicales de este país. Una mirada internacionalista tosca, que no reconoce ni las particularidades ni la historia individual de cada país, y cree que hay recetas mágicas que llevan al progreso. Si Castillo cumple el 10% de lo que promete, será interesante ver cómo hacen luego para desmarcarse de las consecuencias trágicas de sus ideas, como ya hicieron con Venezuela.