La ANEP revisa plan de seguridad
La ANEP gasta el equivalente al 2% del presupuesto de Primaria en vigilancia; ahora modifican el plan
Durante el 2020, cuando los centros educativos estuvieron cerrados casi un semestre, la Policía Nacional registró un robo cada dos días en centros educativos públicos. Un año antes, sin pandemia, se registraban el doble de hurtos. Pese a la baja de casos, las autoridades educativas están preocupadas y apuntan a una revisión del plan de seguridad. El consejero Juan Gabito explicó que los actos de vandalismo y de hurtos “no solo implican el desembolso de mucho dinero que podría destinarse a cuestiones educativas, sino también una afectación al normal funcionamiento del centro de enseñanza”.
En el Delta del Tigre uruguayo, a pocas cuadras del puente sobre el río Santa Lucía, la escuela N°121 sufrió cuatro robos en menos de dos semanas. La última vez los ladrones cortaron el cable de alta tensión que alimentaba el centro educativo, por lo que el Consejo Directivo Central de la ANEP resolvió ayer, y de manera urgente, el desembolso de $ 325.008 para que una empresa especializada repare la instalación y le devuelva la electricidad al edificio.
Esa mezcla de vandalismo y hurtos aqueja a la educación pública desde hace años. Ni siquiera el primer año de la emergencia sanitaria —que tuvo a la mayoría de escuelas y liceos cerrados durante más de medio año— dio tregua. Según los datos a los que accedió El País de las actuaciones policiales, en 2020 se reportó un promedio de un robo cada dos días contra centros de estudio.
Pese a la notoria baja de casos respecto a 2019 —por entonces era un robo por día— las autoridades educativas están preocupadas. El consejero Juan Gabito explicó que los actos de vandalismo y de hurtos “no solo implican el desembolso de mucho dinero que podría destinarse a cuestiones educativas, sino también una afectación al normal funcionamiento del centro de enseñanza”.
La escuela de Delta del Tigre, por ejemplo, está sin luz. Eso implica que los más de 200 niños que allí asisten estén imposibilitados de la conexión a internet y de una dinámica normal de clase en días que son cada vez más cortos y más fríos. Según el portal del Monitor Escolar, este centro de enseñanza atiende en jornada completa a familias de un contexto desfavorecido y está inmersa en una de las zonas que, con el éxodo de los montevideanos a las periferias, fueron superpoblándose.
El robo de cables es un delito que escapa a la dinámica educativa. El director de UTE Felipe
Algorta dijo que, solo en mayo y solo en Montevideo, se constataron 34 robos diarios de cable “para vender cobre por unos pocos pesos”. De hecho, la Policía ya detuvo a 20 personas en cinco meses por este tipo de hurtos.
Pero una fuente policial que ha seguido de cerca los robos a centros de estudio, explicó a El País que “en las escuelas que tienen comedores es frecuente que haya robo de alimentos, así como es habitual el robo de electrodomésticos pequeños (como equipos de música o microondas) y garrafas de gas”.
Entre el pago de servicios policiales 222, la instalación de alarmas y colocación de rejas, la ANEP gastó, en el año previo a la pandemia, $ 549 millones (casi US$ 16 millones de aquel entonces, y prácticamente 2% del presupuesto anual de toda Primaria).
REVISIÓN. Poco antes de que acabara el mandato de José Mujica, la ANEP creó una dirección de Seguridad. Eso habría permitido la “reducción de los hurtos” al interior de los locales educativos, no así el vandalismo exterior que fue “en aumento”. Así consta en las actas de discusión sobre el plan de seguridad que las autoridades edu
En 2019 la ANEP gastó $ 549 millones en seguridad.
cativas mantuvieron entre octubre y noviembre de 2020.
El nuevo Consejo entendió que era necesario “profesionalizar” la seguridad a escala país. Eso implicaría una revisión del plan existente, una extensión del programa a todos los departamentos —en 2019 hubo robos a centros educativos de los 19 departamentos— y debería considerar algunas recomendaciones que hizo el Ministerio del Interior.
Por ejemplo, las autoridades policiales le sugirieron a la ANEP que se contraten empresas de seguridad y alarma en vez de servicio 222. En Montevideo, según surge del acta oficial, estas empresas tienen un promedio de tiempo de respuesta de 15 minutos y ya realizan el mantenimiento. La respuesta debería contemplar un aviso automático de cuando se fuerzan las rejas o una puerta. El Ministerio del Interior recomendó, a su vez, que los centros educativos dejen apagadas durante las noches todas las luces internas de las instituciones y, en cambio, que queden encendidos los focos exteriores. Pidió que se desmalezara o cortara el pasto en zonas más rurales y sugirió la colocación de cámaras de videovigilancia también dentro de los locales. Pero algunos consejeros entienden que eso violaría la privacidad de los niños y no supondría un cambio radical de la situación.
El nuevo plan, para el que se contrató al exsubjefe de Policía de Canelones (ver aparte), “debería generarle a la ANEP un ahorro de $ 19 millones”, dijo una fuente del organismo. Eso se lograría “por la eliminación de gastos duplicados” en tareas que ya hace el Ministerio del Interior o que se duplican entre los distintos subsistemas (Primaria, Secundaria y UTU).