El Pais (Uruguay)

Mayoría está en contra de limitar más la movilidad

Encuesta :el 59% pide mayor apertura o mantener restriccio­nes que están

- TOMER URWICZ

■■ El 59% de los uruguayos sostiene que el gobierno debería permitir una mayor movilidad o mantener las actuales restriccio­nes, en tanto el 70% opina que los aumentos de casos o muertes por COVID-19 que se registraro­n en mayo fue por responsabi­lidad de las personas. Así lo reveló una encuesta de Opción Consultore­s de fines de ese mes.

Agustín Bonino, director general de Opción, dijo a El País que los datos muestran que solo el 36% de los encuestado­s pide medidas más restrictiv­as. Ese guarismo asciende al 51% entre los votantes del Frente Amplio y al 45% entre los desocupado­s, pero cae al 24% entre los votantes de alguno de los partidos que integran la coalición de gobierno, y al 33% entre la población ocupada.

Con respecto a la responsabi­lidad por el aumento de casos o muertes por Covid, el 70% menciona a las personas por no respetar los protocolos, en tanto solo el 13% apunta al gobierno. El 15% dice que la responsabi­lidad es compartida. “En materia de gestión de la pandemia —señala Bonino— la ciudadanía asigna una fuerte carga de responsabi­lidad a los comportami­entos privados de los ciudadanos”. Y eso “es una evidencia muy clara para explicar por qué el agravamien­to de la situación sanitaria no se traduce directamen­te en una caída rotunda de la aprobación de la labor del gobierno en materia sanitaria”, agregó el director de Opción.

Casi seis de cada diez uruguayos sostienen que el gobierno debería “implementa­r medidas que permitan una mayor normalizac­ión de las actividade­s”, o, a lo sumo, mantener las restriccio­nes. A su vez, esa misma proporción aprueba la gestión gubernamen­tal de la pandemia.

A cada hora, durante el último mes, Uruguay reportó 142 nuevos infectados del COVID19, dos ingresos a las unidades de cuidados intensivos y más de dos muertos a causa de esa enfermedad. Eso ubicó al país en la lista de los con peores indicadore­s epidemioló­gicos. ¿Cómo se explica, en este contexto, la alta aprobación al gobierno en materia sanitaria?

Agustín Bonino, director general de Opción Consultore­s, estudió los datos que surgen de la última encuesta de su consultora, realizada a fines de mayo, y observó una población dividida “entre aperturist­as y restrictiv­istas de la movilidad”.

En diálogo con El País, el consultor dijo que los datos muestran que solo el 36% de los encuestado­s pide medidas más restrictiv­as. Ese guarismo asciende al 51% entre los votantes del Frente Amplio, es del 45% entre quienes están desocupado­s y supone el 33% entre los laboralmen­te activos. Pero cae al 24% entre aquellos que, en octubre de 2019, habían votado por un partido de la coalición de gobierno. —¿La postura del Ejecutivo a quién satisface?

—Más allá de la discusión científico-política respecto a qué es lo mejor, la derivación lógica es que si se parte de la premisa de que el gobierno ha tomado el camino del medio, su política logra satisfacer las expectativ­as de una mayor proporción de la ciudadanía respecto a la postura restrictiv­ista de la movilidad. Es decir, si suponemos que el posicionam­iento del gobierno logra satisfacer a quienes creen que las medidas actuales están bien y a los aperturist­as —más que la postura de restringir la movilidad impulsada por la oposición— por ahí podemos encontrar una pista respecto a los elevados niveles de aprobación que tiene la gestión sanitaria.

—La misma población que había realizado una cuarentena voluntaria a comienzos de la pandemia, ahora, con récord de muertes y contagios, parece mostrar una postura más laxa respecto a la movilidad. ¿Cómo es posible?

—No hemos investigad­o los fundamento­s, pero posiblemen­te la gente pueda estar priorizand­o los beneficios económicos y psicológic­os de la movilidad respecto a los costos en contagios y muertes de la pandemia. O quizás no es tan consciente y racional respecto a los riesgos, habiendo naturaliza­do el crecimient­o de los contagios y de las muertes. Otra hipótesis puede ser que la población no visualice apoyos suficiente­s del gobierno en materia económica que posibilite­n una reducción drástica de la movilidad.

¿LIBERTAD RESPONSABL­E? En la noche del viernes 17 de abril de 2020, en la misma conferenci­a en que se anunciaba la constituci­ón de un grupo de científico­s asesores, el presidente Luis Lacalle Pou usó por primera vez el término “libertad responsabl­e” en referencia a la actitud de la población frente al COVID-19.

Pasó más de un año —hasta se diluyó el equipo científico— y, sin embargo, el concepto de “libertad responsabl­e” parece haberse instalado. Según los datos de la consultora Opción, el 70% le asigna responsabi­lidad a las personas por el incumplimi­ento de los protocolos sanitarios que derivaron en un aumento de contagios y fallecimie­ntos. Apenas el 13% le atribuye la culpa de esto directamen­te al gobierno por no haber tomado las medidas adecuadas. Y el 15% dice que el deber es compartido.

Desde la reforma constituci­onal que tuvo lugar hace más de un siglo, la sociedad uruguaya ha tenido una “marcada impronta estadocént­rica”. Sin embargo, dice Bonino, “en materia de gestión de la pandemia la ciudadanía asignó una fuerte carga de responsabi­lidad a los comportami­entos privados de los ciudadanos”. Y esa atribución de los deberes “es una evidencia muy clara para explicar por qué el agravamien­to de la situación no se traduce directamen­te en una caída rotunda de la aprobación de la labor del gobierno en materia sanitaria”.

A más edad, mayor es el porcentaje que le atribuye la responsabi­lidad de los contagios a la población: supera al 77% entre los que tienen más de 60 años. Y a superior nivel educativo, crece la proporción que le achaca las culpas al gobierno: 29% entre los de estudios universita­rios. Pero a juzgar por el sondeo, para cualquiera de las variables prima la postura de asignarle la responsabi­lidad a la ciudadanía por los resultados actuales. —¿La vacunación también puede estar incidiendo?

—Sin dudas: la vacunación incide. De hecho, mejora la aprobación de la gestión sanitaria entre quienes se han vacunado; aunque los saldos de aprobación son también positivos entre quienes no se han vacunado ni piensan hacerlo.

—En síntesis, ¿cómo impacta la pandemia sobre la imagen general del gobierno de Lacalle Pou?

—Según análisis estadístic­os realizados en relación al voto anterior del encuestado, la evaluación de la gestión de la pandemia impacta —en mayor medida— en los niveles de aprobación general de gobierno, que en la valoración que hace la ciudadanía de otras áreas tradiciona­lmente claves como la economía y la seguridad. En un contexto de altos niveles de aprobación de la gestión sanitaria, sin dudas la elevada aceptación general del gobierno (55% en la última medición de Opción Consultore­s) se explican en buena medida por la mirada que tiene la población del manejo de la pandemia.

—¿Cómo queda parada la oposición?

—Es claro que su situación, desde una mirada de corto plazo, es incómoda, en la medida en que el gobierno, como en un juego de tate-ti movió primero marcando la casilla del medio, quedando el posicionam­iento del Frente Amplio de restringir la movilidad en uno de los extremos en relación con las expectativ­as ciudadanas. Eso le permite al gobierno satisfacer mejor las expectativ­as de los aperturist­as.

“La población está dividida entre los aperturist­as y los restrictiv­istas”.

“La aprobación a la gestión sanitaria mejora entre los que se vacunaron”.

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Agustín Bonino Director de Opción Consultore­s

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