Las hipótesis sobre la ausencia de Panini
Las razones del viaje a Argentina no se aclaran
Las razones que llevaron a la argentina Andrea Panini a ausentarse el jueves 10 de junio se mantienen como una incógnita.
No obstante, investigadores policiales y amigas de Panini manejan la hipótesis de que su desaparición fue parte de un plan para trasladar a su hijo al país vecino mediante un fallo judicial. El padre se niega a autorizar un viaje de su hijo.
En tanto, fuentes del entorno de Panini dijeron a El País que Andrea huyó a Argentina porque “sintió mucho miedo” y sufrió una “presión emocional” al recibir una amenaza por parte de su expareja.
En 2018 la separación de la argentina Andrea Panini con su pareja uruguaya, Ramiro M., el padre de su hijo, se tornaba cada vez más complicada. Por ese entonces ella lo denunció en varias ocasiones por supuestos casos de violencia doméstica.
La situación anímica de Panini empeoraba con el pasar del tiempo, según dijeron amigas suyas a El País.
A mediados de 2020, la mujer cortó la relaciones con todas sus amistades de Rocha y se mudó a una humilde casa ubicada en una esquina del Remanso de Neptunia, Canelones.
En el portón de la casa se observa una de las márgenes del arroyo Pando, el que está a dos cuadras de distancia. En el frente hay una hamaca y una tela doble de color azul colgada de dos ramas un árbol frondoso.
A mitad de la tarde del jueves 10, Panini dejó a su hijo al cuidado de un vecino. Luego abordó un ómnibus hacia Atlántida y, después de cobrar un giro, desapareció frente a una estación de servicio ubicada en la Ruta Interbalnearia. Reapareció el viernes 18 en la provincia de Córdoba, de donde es oriunda.
Su hijo pequeño se quedó en Uruguay. La expareja de Panini, que aún vive en Rocha, no autorizaba que su hijo se fuera a vivir a España o a Argentina como pretendía la madre. Por eso investigadores policiales y una amiga de Panini coinciden en que el escape de la argentina se enmarcó en un plan para poder llevarse al hijo al exterior.
LOS HECHOS. El martes 15, tres días antes que, tras una ola de suposiciones, Panini apareciera con vida en Córdoba, se realizó una audiencia en el Juzgado de Atlántida para definir la tenencia del hijo.
El hermano de Panini, acompañado por un diplomático argentino, se presentó en la audiencia y reclamó la tenencia del menor. En tanto, el diplomático mostró a la jueza de Atlántida, Sol Bellomo Peraza, que el hermano de Panini tenía todos los requisitos formales como para llevarse al niño a Argentina. La jueza dijo que esa podía ser una posibilidad, pero que eso no era posible y que debía radicarse en Uruguay.
En su fallo, la jueza dispuso como medida cautelar el cierre de fronteras respecto al niño y que el menor continuara viviendo con la familia vecina.
El jueves 17, un día antes de aparecer Panini en Córdoba, su hijo jugó con unas niñas conocidas. Se lo veía tranquilo, según relataron amigas de la mujer en La Pedrera. “Es obvio que el niño sabía que su madre iba a volver”, dijo una fuente de ese balneario a El País.
Sin embargo, el fallo de la jueza Bellomo Peraza dice otra cosa. “Se entiende sumariavida mente probado que el niño se encuentra atravesando una situación angustiante, ante los hechos de público conocimiento”, escribió en la sentencia.
No solo la amiga de Panini considera que su escape se enmarcó en un plan para sacar al hijo hacia Argentina. Investigadores policiales creen lo mismo. En los primeros días de la búsqueda, los investigadores de Canelones y de Interpol supusieron que la argentina estaba con porque dejó sus dos celulares y el rastreador electrónico —conectado a la tobillera que llevaba su expareja— en su casa. Y explicaron que un persona que piensa en quitarse la vida no le importa que la Policía encuentre su cuerpo más tarde.
Por esto es que los policías suponen que la huida de Panini tenía como objetivo que familiares vinieran a buscar al niño y se lo llevaran a Argentina.
De ser real, el plan salió mal. El miércoles 23, la jueza dio la tenencia provisoria del niño a sus abuelos paternos que viven en Montevideo.
BAJO PRESIÓN. La amiga de Panini afirmó que ese plan solo se le puede ocurrir a alguien que enfrenta problemas psicológicos. “Yo la conocí en La Pedrera. Yo sé que Andrea vive para su hijo. Es obvio que ella está mal”, dijo.
El mismo día que Panini apareció, su hermano estacionó su auto frente a la Fiscalía de Atlántida. Se bajó del vehículo y un amigo lo abrazó. “El hermano estaba desesperado. No sabía nada qué había ocurrido con Andrea”, dijo una fuente del entorno de la familia Panini a El País. Y agregó: “La hermana de Buenos Aires tampoco sabía nada sobre su paradero”.
La fuente explicó que, antes de huir, Panini “tenía mucho miedo” de que le pasara algo y “estaba bajo mucha presión”.