La segunda temporada cambia de locación y se llena de novedades y toques artísticos
Ignacio González adelanta que esta nueva temporada filmada en el Teatro Solís mantendrá el recorrido por la vida de los invitados, pero tendrá intervenciones artísticas. “El personaje llega, hay un piano y queda sentado frente al telón del teatro, y ahí arranca el viaje de su vida”, dice.
Entre los cambios, el invitado se enfrentará a un espejo que lo va a hacer viajar en el tiempo. “Ese ejercicio de introspección en el que se miran hace que pasen cosas muy interesantes desde lo emocional, por lo que implica enfrentarse a uno mismo”, comenta.
Después irán al palco para ver una obra de teatro en el escenario, será una escena que marcó la vida del invitado y que tendrá música, actores y un guion hecho para cada uno. “Es muy removedor y emotivo y en más de una ocasión hice fuerzas para no ponerme a llorar con ellos”, agrega. Después caminarán por un espacio lleno de maniquíes, sombras y oscuridad, donde estarán todos los roles de la vida de ese invitado. “En un momento, un maniquí cobra vida, hace un gesto y se genera una reacción de sorpresa. Eso desencadena una charla sobre los demonios y grandes miedos que cada uno de nosotros se enfrenta. Luego se levanta el telón del escenario y nos vamos al acto final donde hablamos de temas como el éxito, fracaso y lo que se aprendió”, resume. Cada episodio termina con una película sobre el invitado que resume en dos minutos su vida.