Su trabajo con refugiados y un proyecto principesco
-¿Qué es Ponchos Azules?
-Es una campaña solidaria que se creó en 2020 en la Argentina, un país sensible, solidario y amigable para con los refugiados. Hay que destacar también que somos un país receptor de refugiados, aunque la campaña habla especialmente de quienes no llegan aquí y la están pasando muy mal. La solidaridad no debe tener fronteras. No quiero dar nombres porque ACNUR es humanitario, social y apolítico, pero hace un tiempito atrás hubo un mandatario que tiró un bocadillo muy desafortunado cuando dijo, hablando de las personas sirias, que no quería recibir terroristas acá. Como si todos los sirios fuesen terroristas. ¡Dios mío! Elegimos como emblema al poncho porque es nuestro símbolo nacional que une y abriga, y está relacionado con el gaucho y la gauchada. Entonces Ponchos Azules invita a la sociedad a sumar su apoyo y comprometerse con la causa de los refugiados y desplazados. -¿Cómo es tu relación con los grupos de refugiados de nuestro país?
-Estoy muy vinculado. Además soy padrino de Latin Box Machine que es la primer sinfónica compuesta por refugiados venezolanos, sirios y, claro, hay talento argentino, uruguayo y paraguayo. Son más de 160 integrantes con quienes estamos creando la puesta en escena internacional de El principito sinfónico, basado en la obra de Saintexupèry. Me contacté con un príncipe francés que se llama Janic para que se sume, estoy coacheando a los actores y además interpreto el personaje del aviador. Vamos a estrenar cuando se pueda aquí y en gira internacional. Pero el primer paso es el disco que tiene toda la música de la obra de teatro y fue realizado en pandemia. El príncipe francés está encantado con el resultado y prometió contactar a otros príncipes europeos. Es una logística enorme.