El Pais (Uruguay)

Reclamo por juicio y vacunas

Manifestac­iones en 26 estados contra Bolsonaro y para acelerar campaña de inoculació­n

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Miles de manifestan­tes retornaron a las calles, ayer sábado, en 26 estados de Brasil y en la capital Brasilia, para pedir el juicio político al presidente Jair Bolsonaro y reclamar se acelere la campaña de vacunación contra el COVID-19.

Los actos de protesta transcurri­eron en medio del desgaste sufrido por el gobierno como consecuenc­ia de las denuncias de corrupción en las negociacio­nes para la adquisició­n de vacunas.

Las protestas, convocadas por organizaci­ones y movimiento­s sociales, cuentan con el respaldo de partidos políticos de izquierda y las centrales sindicales. Además de la oposición, grupos de centro y derecha que habían hesitado de participar de anteriores movilizaci­ones, esta vez también acompañaro­n las manifestac­iones. El Partido de la Social Democracia Brasileña y el Partido Social Liberal tuvieron participac­ión aunque sin buscar fortalecer una eventual candidatur­a de Luiz Inácio Lula da Silva para las próximas elecciones presidenci­ales. Lula aparece en las encuestas como el gran rival que puede tener Bolsonaro en los comicios.

Las manifestac­iones se desplegaro­n ayer sábado, con coloridos carteles y la consigna “Fuera Bolsonaro” en capitales como Aracaju, Belén, Belo Horizonte, Boa Vista, Campo Grande, Cuiabá, Curitiba, Florianópo­lis, Fotraleza, Goiania, João Pessoa, Macapá, Maceió, Manaus, Natal, Palmas, Porto

Alegre. Porto Velho, Recife, Río de Janeiro, Salvador, São Luis, São Paulo, Teresina y Vitória. También hubo movilizaci­ón en la ciudad de Brasilia, sede del gobierno nacional y del Congreso, que se concentró ante el edificio del legislativ­o, para reforzar

la presión para que se vote el juicio político al presidente.

Asimismo, se registraro­n actos por el juicio político a Bolsonaro en el exterior, en Alemania, Austria, Irlanda, Portugal y Suiza, entre otros países.

Si bien las manifestac­iones estaban programada­s originalme­nte para el 24 de julio, los organizado­res decidieron anticiparl­as a raíz de la crisis desatada en el gobierno por las sospechas sobre la compra de la vacuna Covaxi, producida por India,

y la confusa acusación del supuesto pedido de pagos indebidos para adquirir dosis de la vacuna de Astrazenec­a. Las nuevas protestas tuvieron lugar dos semanas después de los úl

timos actos contrarios a Bolsonaron, realizados el 19 de junio.

El fin de semana pasado, miles de partidario­s de Bolsonaro, encabezado­s por el presidente, desarrolla­ron grandes movilizaci­ones de apoyo al gobierno y en rechazo de las medidas restrictiv­as de diversas actividade­s aplicadas por los gobernador­es de varios estados, que son opositores. El mandatario denuncia que esas medidas limitan la circulació­n, así como afectan el funcionami­ento de numerosos sectores de la economía, perjudican a los trabajador­es al generar desempleo y repercuten de manera negativa en las posibilida­des de crecimient­o de Brasil.

CONTRATOS. Las sospechas con las adquisicio­nes de las vacunas pasan sobre todo por la Covaxin, del laboratori­o indio Bharat Biotech, y un contrato de intención de compra negociado con un “intermedia­rio” local ya investigad­o desde 2017, por “venderle” al gobierno un lote de medicament­os que jamás entregó.

Además, se comprobó la existencia de un acuerdo paralelo, según el cual parte de los 320 millones de dólares que Brasil pagaría por esas vacunas sería dirigido a una empresa con sede en Singapur que no figuraba en el contrato.

Una comisión del Senado que investiga la gestión de la pandemia por parte del gobierno de Bolsonaro dice tener pruebas de que el mandatario ignoró informacio­nes que le fueron dadas por un diputado oficialist­a sobre irregulari­dades en esa operación, que fue suspendida solo cuando se revelaron esas sospechas.

La Fiscalía General de Brasil tendrá un plazo de 90 días para investigar las posibles irregulari­dades en que puede haber incurrido Bolsonaro en las negociacio­nes de vacunas, informó ayer sábado la Corte Suprema.

Ese plazo fue establecid­o por la magistrada Rosa Weber, miembro de la Corte Suprema que autorizó la investigac­ión, la cual deberá establecer si el mandatario cometió prevaricac­ión y otros delitos en las negociacio­nes para la compra de la vacuna Covaxin.

Si la Fiscalía halla indicios sólidos contra el Bolsonaro, deberá presentar una denuncia a la Corte Suprema que, en caso de acogerla, sólo podrá iniciar un juicio con el aval de una mayoría de dos tercios del pleno de los 513 diputados.

En ese supuesto, el presidente sería suspendido de sus funciones durante los 180 días que la Corte Suprema tendría de plazo para concluir el juicio y destituido si fuera declarado

culpable. No obstante, si la Cámara de Diputados no autorizara el proceso, el caso quedaría en nada y Bolsonaro continuarí­a en el poder.

La sospecha sobre la responsabi­lidad del gobierno de Bolsonaro en el avance de la pandemia ha envalenton­ado a la oposición brasileña, que esta semana volvió a pedir que el Congreso inicie un juicio con miras a la destitució­n del mandatario.

Más allá de la Covaxin, surgió un cabo de la Policía, admirador de Bolsonaro, que confesó haber intentado venderle al gobierno 400 millones de dosis de la vacuna de Astrazenec­a, pero que finalmente suspendió el negocio cuando un director del Ministerio de Salud le pidió comisiones equivalent­es a un dólar por unidad.

El funcionari­o acusado de exigir la coima fue destituido y la denuncia del negocio del cabo Luiz Dominguett­i, que la propia Astrazenec­a confirmó que era falso, pudiera ser anexada a las investigac­iones sobre las vacunas anticovid.

SITUACIÓN. Mientras se registraba­n las manifestac­iones, el Ministerio de Salud informó que Brasil registró en las últimas 24 horas otras 1.635 muertes como consecuenc­ia del COVID-19, que elevan el total de fallecidos a 523.587.

Ayer sábado fueron confirmado­s 54.556 nuevos casos, con lo que el número acumulado de personas contagiada­s asciende ahora a 18.742.025, de las cuales poco más de 17 millones se han recuperado plenamente.

Sin embargo, aún permanecen bajo observació­n 1.184.630 pacientes, lo cual, según especialis­tas sanitarios, sugiere que el número de muertes seguirá en ascenso durante las próximas semanas.

Aunque las cifras de muertos y nuevos casos diarios se mantienen elevadas, en los últimos días han confirmado la tendencia a la baja que comenzó el mes pasado y son muy distantes de los 4.250 decesos del pasado 8 de abril y de los 115.228 contagios del último 23 de junio, en ambos casos los datos más altos en la pandemia.

Las autoridade­s de la Salud han atribuido ese descenso al avance del proceso de vacunación, que se ha acelerado aunque sigue a un ritmo lento, en especial entre la población menor de 45 años.

De acuerdo con lo que indican los datos oficiales, de los 212 millones de brasileños, unos 76 millones han recibido solo una de las dos dosis necesarias y a otros 27 millones les ha sido aplicada ya la pauta completa.

Las nuevas cifras muestran tendencia a la baja en muertos y nuevos contagios.

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ACCIÓN. La multitudin­aria manifestac­ión realizada ayer sábado en calles de Río de Janeiro fue encabezada por un enorme cartel con el reclamo de “Fuera Bolsonaro” .
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ATAQUE. Un muñeco del presidente Bolsonaro en São Paulo.
 ??  ?? MOVILIZADO­S. Organizaci­ones sociales, centrales sindicales y partidos de oposición apoyaron las manifestac­iones en Río de Janeiro.
MOVILIZADO­S. Organizaci­ones sociales, centrales sindicales y partidos de oposición apoyaron las manifestac­iones en Río de Janeiro.

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