LATU Uruguay lanza programa que llega “estés donde estés”
Abrirá seis oficinas con el fin de profundizar el vínculo con los sectores productivos y comerciales del interior del país
Aquellos que cuentan con su propio emprendimiento conocen las dificultades que implica, y también cómo los obstáculos crecen a medida que uno se aleja de la capital. Superar las barreras de la distancia es el objetivo de LATU Uruguay: Estés donde estés, un nuevo programa que busca profundizar los vínculos con los sectores productivos y comerciales del interior del país.
El proyecto, que se presentó esta semana, contará con seis etapas, en las que se irán abriendo en forma progresiva oficinas en Salto, Río Negro, Colonia, Maldonado, Tacuarembó, Durazno y Rivera. Todas ellas trabajarán con una visión regional hacia los departamentos vecinos, y ofrecerán los servicios orientados a la cadena productiva que caracterizan a la organización.
Según Ruperto Long, director del LATU, la iniciativa significa un giro en la historia del laboratorio. Por más de 50 años, este ha sido un referente en materia de desarrollo y competitividad. No solo por su papel en el acceso a los mercados internacionales, sino también por su asesoramiento a nivel local. El problema es que este apoyo siempre fue desde y hacia Montevideo, y la nueva visión viene a romper con esta tradición.
Gracias a este programa, un productor rural en Rivera ya no va a tener que hacer 500 km para someter a sus cultivos a pruebas de calidad, sino que lo va a poder hacer en su oficina regional, volver a su casa y recibir los resultados en forma electrónica. Por eso el lema Estés donde estés, que refleja el espíritu de descentralización e inclusión detrás de este impulso.
“El objetivo es no conformarnos con actuar en Montevideo y su entorno sino salir a ofrecer los servicios en todo el país. Es un cambio extraordinario, que a lo largo del tiempo va a permitir que cientos o miles de emprendimientos accedan a los servicios del LATU. En definitiva es un tema de igualdad y equidad en los servicios”, asegura Long.
UN PROGRAMA PARA TODOS No hay un límite de tamaño para los beneficiarios, pero el proyecto apunta principalmente a las micro, pequeñas y medianas empresas, que son quienes más sufren las dificultades de la distancia. Si bien no está cuantificado exactamente cuántos emprendimientos necesitan actualmente la ayuda de este programa, una investigación de mercado por parte del organismo arrojó que la demanda es alta.
Lácteos, textiles, forestación, cereales, oleaginosos, el universo de industrias que podrían beneficiarse de los servicios analíticos del LATU es inmenso. Por ejemplo, existen tambos y queserías a lo ancho y largo del país que si bien cuentan con productos de excelente calidad, les falta asesoramiento para escalar en el mercado interno, o ¿por qué no? dar un paso más y aspirar a la exportación.
Otro caso: el mundo se inclina cada vez más hacia los alimentos orgánicos. Para aprovechar esta tendencia los horticultores uruguayos necesitan conocer qué requisitos exigen los nuevos mercados. Lo mismo ocurre con la incorporación de tecnología, ya que agregar valor a la cadena productiva a través de la innovación se ha vuelto indispensable para mejorar la competividad.
No importa a qué sector pertenezca, si una empresa del interior necesita consolidar sus productos o sistemas de gestión, la oficina regional del LATU lo pondrá en contacto con la certificadora LQSA para recibir el asesoramiento y la capacitación necesaria.
Pero este respaldo no se limita a las industrias tradicionales. Por 50 años el laboratorio ha sido el centro del desarrollo tecnológico y digital del país, y a través de este programa, por ejemplo, una fábrica de software del interior podrá entrar en contacto con los expertos de la incubadora Ingenio. También con los líderes de las empresas referentes que hoy están instaladas en el predio de Avenida Italia, y aprender de su experiencia.
Según Long, esta tarea del LATU está inspirada en el espíritu de intercambio de Silicon Valley, y esa riqueza es la que se quiere trasladar al interior.
“En el campo de la innovación hay una fertilización cruzada donde todo el tiempo se mezclan edades, perfiles y disciplinas. Es una realidad del mundo actual muy atractiva, pero muchos emprendedores del interior no pueden acceder a ella porque falta un interlocutor. Con este programa generamos un gancho para conectarlos”, explica Long.
Y agrega: “Apostamos a que desde los lugares mas inesperados va a surgir gente con talento, ganas de innovar que hoy en día de repente se siente muy lejana del ecosistema emprendedor. Ahora se va a sentir más cerca”.
MÁS ALLÁ DEL HORIZONTE
Al imaginar una dependencia del estado en el interior, se puede caer en la imagen de una oficina pasiva, que recibe solicitudes en forma cansina y las ingresa en un laberinto burocrático. Eso es exactamente lo que se quiere evitar.
Una de las primeras acciones que llevará adelante LATU será la selección de los directores de las oficinas regionales. La búsqueda estará orientada a técnicos con formación y experiencia, pero también con un perfil proactivo y un conocimiento profundo de la zona.
Además de recibir una capacitación sobre los servicios de LATU, los responsables deberán mantener un contacto fluido con las asociaciones de productores, comerciantes e industriales locales. Se los motivará a que salgan de la oficina y recorran las ciudades, pueblos y campos en busca de oportunidades y emprendimientos que necesiten ayuda.
“Lo que deseamos por sobre todo es que LATU sea un instrumento práctico. Ante la consulta de un emprendedor, el director de la oficina regional le tiene que dar una solución rápida y concreta, y no un estudio con resultados a un año. Queremos que la persona que solicita ayuda sienta que el asesoramiento le fue útil y lo recomiende a los demás”, explica Long.
Y concluye: “Además de la practicidad, la otra idea que queremos transmitir a los uruguayos es que se animen a imaginar más allá de sus límites. Hay muchas personas que sienten que están alejadas de los centros de decisión, y eso los lleva a bajar sus expectativos. Queremos que sueñen, que proyecten, que vean más allá del horizonte común. Ese el espíritu que buscamos transmitir”.
Las industrias que se podrían beneficiar del programa van desde lácteos hasta software
La primera oficina abrirá en junio en Salto y se espera que a fin de año estén activas las seis.