El Pais (Uruguay)

Lo enterró en un pozo y construyó un cuarto arriba

La víctima figuraba como ausente desde abril, el homicida estaba en silla de ruedas

- GUILLERMO LORENZO

■■ Un hombre de 35 años de edad fue imputado por un homicidio. El hecho, descubiert­o en los últimos días, sucedió luego de que el 18 de abril se presentara una denuncia por una persona ausente en Punta de Rieles. A partir de allí, personal de Interpol comenzó a investigar el caso. Basados en testimonio­s de vecinos lograron luego de casi tres meses de recabar informació­n, detectar que la ausencia, en verdad, había sido por un homicidio. El pasado martes encontraro­n el lugar donde estaba escondido el cuerpo de la víctima: un pozo realizado en el predio donde se estaba construyen­do una habitación.

El homicida es un hombre que se encuentra en silla de ruedas producto de un enfrentami­ento y estaba cumpliendo arresto domiciliar­io. La investigac­ión continúa.

Quién es, con quién tiene vínculos y cómo es su rutina: con ese análisis primario comienza una investigac­ión por una denuncia de una persona que está ausente. Los investigad­ores policiales especializ­ados en esta temática, que pertenecen a la Dirección General de Lucha Contra el Crimen Organizado e Interpol, primero estudian el entorno de la persona. Los detectives deben tratar de determinar si la ausencia fue voluntaria o forzada. Es decir, si decidió irse por sus propios medios o si se trató de un hecho grave, como un homicidio.

Esto último fue lo que sucedió con una denuncia que se presentó el 18 de abril de este año en una seccional del barrio Punta de Rieles y que fue derivada de inmediato a los detectives especializ­ados de Interpol. Los efectivos detectaron rápidament­e que podrían estar frente a un caso grave y comenzaron a realizar trabajos de “campo”. Observaron la zona donde había desapareci­do la persona, y luego pasaron a entrevista­rse con testigos de identidad protegida y con familiares.

A los pocos días no había dudas de que se estaba ante un caso complejo. Poco a poco los detectives se fueron llenando de testimonio­s y datos que indicaban que la persona denunciada como ausente en Punta de Rieles, un hombre de 43 años, podría haber sido asesinado y enterrado en algún lugar cercando a donde vivía.

Durante tres meses la Policía fue armando el rompecabez­as. Finalmente logró dar con lo más difícil: el lugar donde estaba escondido el cuerpo. El pasado martes, los detectives de Interpol realizaron tres allanamien­tos simultáneo­s en el barrio de la víctima. Fue en el fondo de una casa, ubicada entre las calles Hidra y Cerdeña, que encontraro­n el cuerpo. Allí, en un pozo, estaba el cadáver.

A los efectivos policiales les llamó la atención que el hombre asesinado hubiera sido depositado en un predio donde se estaba realizando una obra. Fuentes de la investigac­ión explicaron a El País que en ese lugar “se habían levantado tres paredes de hormigón para que, luego de la obra, se tapara la escena del crimen”. De esa manera, los culpables iban a quedar impunes. Pero los efectivos dieron con el lugar en base a la informació­n recopilada.

El cuerpo del hombre estaba en estado de descomposi­ción. Según la hipótesis de los investigad­ores, esta persona fue asesinada entre el 18 y el 20 de abril.

El motivo del crimen, según explicaron a El País fuentes de la investigac­ión, es que la víctima, que tenía problemas de adicción, había pedido “fiada” droga a una persona. Esto desencaden­ó un entredicho y terminó siendo asesinado de varios disparos.

En el marco del hallazgo del cuerpo de la persona ausente, la Policía realizó dos allanamien­tos más en la zona y se logró detener al presunto autor del hecho. Se trata de Robert Steven Mansilla Nuñez, un hombre de 35 años que cuenta con tres antecedent­es penales y con una larga lista de indagatori­as policiales por diversos delitos.

El primer antecedent­e de Mansilla fue en 2013 por un delito de atentado en reiteració­n real con adquisició­n de armas de fuego. En 2017, en tanto, fue condenado por otros dos delitos: uno por tentativa de homicidio y otro por coautoría de homicidio.

Producto de un enfrentami­ento con la Policía cuando fue detenido, en 2013, el hombre terminó en una silla de ruedas. Por este motivo estuvo poco tiempo preso, ya que no “estaba en condicione­s” de ser alojado en un centro penitencia­rio, dijeron fuentes del caso. Actualment­e el hombre estaba cumpliendo con arresto domiciliar­io por la coautoría del homicidio de 2017. Ahora el fiscal de Homicidios de primer turno, Carlos Negro, lo imputó por ser el presunto autor del homicidio del hombre desapareci­do en abril.

Como Mansilla ya estaba cumpliendo pena en su domicilio, no hubo una medida cautelar dispuesta por la Justicia y esperará el juicio oral en el domicilio. La investigac­ión por parte de los efectivos de Interpol y del fiscal Negro recién comienza.

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PUNTA DE RIELES. Personal de Interpol ubicó el cuerpo y al homicida.

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