Un hecho inédito y dos regímenes
Ministros del G20 aprobaron ayer el nuevo esquema
Ayer los ministros de Finanzas y presidentes de los bancos centrales del G20 aprobaron el nuevo esquema de tributación a la renta empresarial a nivel mundial, consensuado el 1° de julio en el marco de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), y ahora se centrarán en convencer a los países que aún muestran reticencias para que se sumen.
Hasta el momento, Irlanda, Hungría y Estonia, que han atraído durante años inversiones privadas por sus tasas impositivas bajas, han mostrado sus dudas para adherirse a este mecanismo, según consignó la agencia EFE.
La secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen dijo ayer en rueda de prensa: “Estamos intentando entender las reservas de los países que no se han adherido” al texto para esta reforma fiscal internacional acordado el
1° de julio por 130 países y jurisdicciones (Uruguay entre ellos) de los 139 que forman parte del llamado marco inclusivo de la OCDE.
Este cambio monumental en la forma de tributar para las empresas tiene varios aspectos a tener en cuenta. El consultor internacional Alberto Barreix señala que “por primera vez se reconoce el valor del consumidor” y se “comienza a gravar” ese valor generado, algo “especialmente relevante en la economía digital”.
Por otro lado, en cada mercado o jurisdicción habrá “dos regímenes para el mismo impuesto”: uno que aplicará a las empresas multinacionales y otro que se aplicará al resto de las firmas, explica el asesor. Hasta ahora los tratamientos diferenciales eran por incentivos en la base (cierta clase de activos que se podían deducir por un monto mayor, por ejemplo) o tasa (exoneraciones por inversión), pero ahora se dan “por una definición completamente diferente del impuesto”, lo que “pudiera generar arbitrajes domésticos”, señala.
Otro aspecto es que además de que se afectarán la asignación de activos e inversiones empresariales, “sobre todo” impactará “la distribución de los ingresos del impuesto entre jurisdicciones” en momentos de alto endeudamiento y déficits fiscales pre y pospandemia, advierte Barreix. Debe recordarse que la tributación a la renta, persona y empresa, es la que impacta en el ahorro y la inversión.