Si están las firmas, el voto decide

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Juntar 700 mil firmas es posible. Bueno fuera que no hubieran podido. Sobre todo si disponen de muchos meses y es la única motivación que tienen porque los han derrotado en las urnas y en el Parlamento. Todo bien, pero el partido recién empieza. Esas firmas tienen que ser válidas (al menos 675 mil) y eso está por verse. Y tampoco termina ahí en caso que lo sean. Después tienen que ganar en las urnas.

Mientras tanto amigos, a disfrutar la LUC que es una excelente ley “marco” para un cambio.

Finalmente, imaginemos el peor escenario posible y que fuéramos derrotados democráticamente.

Tampoco es el fin del mundo. Le estarían dando las excusas suficientes al presidente Lacalle Pou para cualquier plan de gobierno que por una razón u otra no se logre concretar. Sería un caso de “bloqueo” al gobierno dejando al país en una nube negra de incertezas jurídicas.

Falta mucho para eso y el uruguayo no es tonto. Al menos creo yo que no lo es o no lo va a ser.

Si el país en las urnas decide un día seguir la inspiración del Pit-cnt y de los sectores radicales del FA ¡cerrá y vamos!

A no engañarse ni que nos engañen hoy. No es gran mérito haber conseguido las firmas. Todos sabemos que hasta hicieron firmar a gente que luego no va a votar la derogación. No tuvieron oposición alguna porque nadie del sistema político se ocupó de bloquearlos o cuestionar la recolección de firmas. Los dejaron jugar “sueltos y sin marca” y está bien. ¿por qué gastarse ahora? Tenían un universo posible de 45% de la ciudadanía y sólo lograron un 25% y se tomaron meses y meses para conseguirlo. Ni siquiera lograron llegar al 30 % de voluntades que hoy son las que declaran en los sondeos de opinión su oposición a la figura del Presidente y su gestión.

¡No me lo vendan como hazaña! Ojo, no se confundan.

Prepárense muchachos por si les llega otra derrota. El Uruguay en la soledad de las urnas ya no compra más el verso progre.