Se llevan faenados alrededor de 15 mil corderos para Estados Unidos
■ Preocupa que el mayor protagonismo de China como importador de carne ovina, ocasione que se descuide la producción de corderos en los compartimentos ovinos de alta bioseguridad, para exportar carne con hueso hacia Estados Unidos. Este mercado de alto valor quedó habilitado en octubre de 2017, está afianzado y pide más volumen.
“En lo que va del año se llevan faenados 15.000 corderos y están trabajando fluidamente los 15 compartimentos que están habilitados”, afirmó el Dr. Jorge Bonino Morlán, asesor privado y fuerte impulsor de esta herramienta sanitaria. El profesional integra la representación de Uruguay ante la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) desde hace más de 30 años y participó activamente en la instrumentación del compartimento ovino de alta bioseguridad a cielo abierto que hoy el mundo quiere repetir.
“Hay otros cinco compartimentos que están ajustando sus instalaciones. Algunos prefirieron ir produciendo corderos pesados, porque son invernadores y cuando se aclaren algunas circunstancias que están pasando desde el punto de vista comercial comenzarán a producir”, agregó el asesor al ser consultado por El País.
El engorde de corderos dentro de los compartimentos que están activos sigue firme, hay poca oferta, pero se van consiguiendo las reposiciones. A su vez, los dos frigoríficos habilitados para exportar carne con hueso a Estados Unidos (Las Piedras y San Jacinto) mantienen sus faenas habituales.
El mayor desafío en este destino de alto valor, es “ingresar con carcasas más pesadas, por encima de 22 kilos y en eso, Frigorífico San Jacinto ya está dando algunas señales”, dice Bonino. La meta para mejorar la ecuación económica es llegar con carcasas superiores a los 23 kilos.
Pero otro desafío mayor “es lograr que todo el Uruguay sea tomado —por este y otros mercados— como un compartimento ovino de alta bioseguridad”, admitió Bonino. Las cartas están sobre la mesa y se negocia con otros mercados como Unión Europea, Israel, Canadá y México para poder utilizar esta herramienta y valorizar más los corderos.
“Somos optimistas, pregonando por nuevos mercados y en lograr que todo Uruguay sea tomado como un compartimento de alta bioseguridad”, admitió el asesor privado.
Estados Unidos es un destino “interesante” y tiene “un precio diferencial, por eso hay que potenciarlo y ampliar el volumen de corderos exportados”, consideró Bonino. Según su visión, esa “es una tarea fundamental de industriales y broker, para lograr que la cadena funcione y que el productor se vea estimulado a incrementar la oferta de corderos”.
“Si los precios son buenos reflejarán en el invernador y el criador, así se mueva toda la cadena. Todas las partes tienen que obtener beneficios para que la cadena funcione”, insistió. Los compartimentos demandan un cordero con características diferentes y un paquete sanitario más exigente. A su vez, cuentan con trazabilidad electrónica individual y esa es otra garantía. Producir un cordero con sanidad acorde a las exigencias del compartimento de alta bioseguridad y un peso determinado, además de calidad, que sepa comer y con el agujero en la oreja ya listo para colocar las caravanas, tiene otro precio.