Trastorno en los seres queridos de un adicto
■ La codependencia o coadicción es una condición específica que caracteriza a uno o más miembros de una familia, donde alguno de sus integrantes desarrolla una enfermedad adictiva. El codependiente es aquella persona cuya atención, intereses, energía, e incluso de manera general, su vida, gira alrededor de un adicto. Algunos de los síntomas más significativos del codependiente son el miedo, la tristeza, el odio, el resentimiento y las inseguridades. Un ejemplo común es la esposa que se siente responsable de todo, e incluso de la adicción de su esposo, y justifica las acciones del marido, dando excusas continuamente para ocultar o evitar las consecuencias de esta adicción. La esposa, muchas veces, trata de controlar tanto al esposo, como a los demás miembros de la familia de manera compulsiva, buscando una continua sensación de seguridad. “Cuando hablamos de codependencia es un mal que es mucho más grande que una abuela con un nieto que lo malcría. Lo podemos asimilar al asistencialismo. La persona solo recibe y se acostumbra a recibir y no construye un ser cívico”, dijo Ismael Piñero, director de la ONG Ser Libre en Calidad de Vida en El País.
La adicción y la codependencia son las dos caras de una misma moneda: ambas, como en cualquier proceso de adicción, comparten las mismas características de negación, obsesión, compulsión y pérdida de control. El codependiente también mantiene, como el adicto, la ilusión de control. El romper con la codependencia implica un proceso largo y duro emocionalmente hablando: se basa en la premisa de que “cada persona es responsable de sí misma” y esto implica aprender una nueva conducta: cuidar de uno mismo.