José Luis Jiménez
El lavado de manos, la desinfección de superficies y la distancia física entre las personas guió el combate al COVID-19 en los primeros meses de la pandemia. Eso se fundamentó en que la transmisión era, mayormente, por las gotas que se expulsan al toser o escupir. José Luis Rodríguez fue uno de los científicos que sostuvo que esos supuestos estaban equivocados —se lo informó por carta el año pasado a la Organización Mundial de la Salud (OMS)— y que la clave estaba en el aire. Por eso recomienda la ventilación de las habitaciones, el monitoreo del nivel de dióxido de carbono, los tapabocas ajustados y el uso más frecuente del aire libre.