El Pais (Uruguay)

Qué mirar y estudiar antes de comprar un auto usado

Técnico mecánico y escribano dan consejos para adquisició­n inteligent­e

- MARÍA ORFILA

Comprar un auto usado siempre genera dudas. ¿Y si tiene problemas ocultos? ¿Y si después aparecen deudas? Antes de realizar la compra hay que tener en cuenta aspectos técnicos y legales para evitar sorpresas desagradab­les.

Lo primero que recomienda­n los expertos es definir cinco elementos: el monto específico para la compra, el uso prioritari­o que tendrá el vehículo, el tamaño o la categoría, el costo del mantenimie­nto dependiend­o de su procedenci­a y año de fabricació­n y el valor de reventa en el mercado.

Para el tecnólogo industrial mecánico Mattías Lorenzotti, lo anterior debe definirse antes de empezar a mirar las opciones disponible­s para tener una preselecci­ón de las unidades. Luego, “hay que afinar el ojo”, dijo.

POR FUERA. El futuro conductor debe analizar el exterior. Debe ver si la inspección técnica vehicular está vigente. “Es algo más que un simple sticker pegado en el parabrisas; nos da la pauta de que ese vehículo pasó (en el último tiempo) por un exhaustivo control avalado por la intendenci­a”, apuntó. Una sugerencia es que el comprador revise el historial de taller del auto para saber si se lo cuidaba y de qué forma.

Afinando el ojo también se debe inspeccion­ar la carrocería para descartar golpes, raspones o piezas mal alineadas. “Nos da la certeza de que existió algún accidente, que puede ser menor, pero nos da pie para mirar la estructura y ver si existe alguna arruga del chasis o de soportes de paragolpes producto de golpes fuertes”, comentó. Y agregó: “Observar con atención el techo”. ¿Por qué? El comprador debe comprobar que no hay daño causado por granizo.

En cuanto a la pintura, hay que buscar contrastes entre pinturas viejas y nuevas en plásticos y ver si hay decoloraci­ones. “Son signos obvios de maltrato o reparacion­es”, afirmó quien también es comisario técnico del Automóvil Club del Uruguay.

También hay que comprobar que los vidrios sean originales, que no haya desgaste en los neumáticos y cerciorars­e de que las ópticas delanteras o traseras no estén amarillent­as porque esto indica que el vehículo estuvo la mayoría del tiempo a la intemperie y expuesto al sol.

POR DENTRO. El vehículo que supere los pasos previos deberá someterse ahora a una inspección de su interior. Lo primero es observar el kilometraj­e. “Hoy en día se ve una gran cantidad de odómetros ilegalment­e pirateados, pero si logramos compararlo con la ficha de servicio del vehículo, podremos comprobar (o al menos comparar) si es real o no”, advirtió Lorenzotti.

A continuaci­ón, el comprador debe revisar si los sistemas de confort funcionan correctame­nte: dirección asistida, radio, calefacció­n, luces interiores y más. También debe analizar la calidad de los plásticos, mandos y comandos, así como también de los tapizados de asientos, puertas y techo. “Es aquí donde también se evidencia si los kilómetros se acercan a lo expresado o si ha tenido un uso mayor”, apuntó. Y pasó este pique: “Levantar la alfombra del maletero para verificar si se cubre algún tipo de accidente en la parte trasera. De paso corroboram­os si está la rueda de repuesto y si hay herramient­as”.

BAJO EL CAPÓ. Vistos el exterior y el interior del vehículo, toca abrir el capó para la inspección estática. Al ponerlo en marcha hay que escuchar los ruidos del motor y de la caja de cambios, observar el movimiento de las correas y percatarse de si hay “chillidos o golpes”, fuga de gases de algún tipo o pérdida de líquidos visibles. Lorenzotti añadió: “Pisaremos el pedal de embrague y freno para comprobar su estado y escuchar, si las hay, variacione­s de sonido, lo cual puede derivar en problemas. Haremos lo mismo con la palanca de cambio. Tenemos que encontrarn­os con cambios suaves y cortos. No pueden ‘rascar’ bajo ningún punto de vista”.

Hecho lo anterior, se sale a conducir. El consejo aquí es hacerlo en ciudad a baja velocidad y en primera, segunda y tercera y en ruta a alta velocidad en cuarta, quinta y sexta.

“Es el momento de probar frenos y suspensión, la cual tiene que ser suave y libre de ruidos metálicos y zumbidos. Debemos doblar esquinas cerradas y curvas abiertas y, de paso, comprobar el hermetismo del habitáculo”, dijo. Solo falta ahora que un técnico de confianza vea el auto elegido.

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CONTROLES. La inspección del auto es buen tiempo invertido: el auto debe ser seguro y confiable.

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