“SI ES NECESARIO AJUSTAR PERILLAS, LO HAREMOS”
La reactivación y más en entrevista a la ministra de Economía y Finanzas, Azucena Arbeleche
La situación de la economía uruguaya después del freno en la recuperación que tuvo en el primer trimestre, las medidas del gobierno para apuntalar la reactivación, las críticas de la oposición, la Rendición de Cuentas, el planteo de Uruguay en el Mercosur de salir a buscar acuerdos comerciales y el nuevo esquema de tributación empresarial mundial impulsado desde la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Sobre estos y otros aspectos respondió la ministra de Economía y Finanzas (MEF) Azucena Arbeleche en entrevista con El País, de la que se publica un resumen
—¿Cuál es la situación de la economía uruguaya, luego que en el primer trimestre se frenó un poco la recuperación? —Estamos esperando un crecimiento de 3,5% para este año. En el escenario internacional tenemos mayor crecimiento a nivel mundial, como efecto de rebote después de la pandemia, en particular destaco el crecimiento que van a tener China y Estados Unidos. También tenemos tasas de interés internacionales que siguen a niveles históricamente bajos y tenemos precios de los commodities que están robustos. A nivel doméstico, tenemos por un lado en el frente externo un comportamiento de las exportaciones muy positivo, con crecimientos muy importantes y lo mismo de la parte de importaciones, nos habla que vamos a ver un crecimiento asociado con eso. Luego tenemos una recaudación (de impuestos) creciendo en términos reales interanuales por encima de lo esperado, me refiero a los meses de abril y mayo. Tenemos el índice de volumen físico de la industria que después de muchos meses de estar negativo o apenitas positivo, tiene un crecimiento importante en el entorno de 24% interanual. La faena (de ganado) en el semestre ha sido histórica, desde 2008 no se daba ese valor. El índice de confianza del consumidor está en los niveles más altos desde antes de la pandemia. Hay una serie de elementos que nos llevan a este crecimiento de 3,5% para este año.
—Eso está casi un punto por encima de lo que prevén los analistas que participan de la encuesta del Banco Central, ¿qué pasa? ¿El MEF está muy optimista o los analistas están siendo muy pesimistas?
—No sé cómo están los analistas, sé cómo responde el ministerio. Cuando uno hace una estimación no lo hace ni de manera optimista ni de manera pesimista, sino que lo hace con toda la información disponible en ese momento.
—¿Hay espacio para nuevas medidas de reactivación económica o con lo que está creen que es suficiente?
—¿Qué serían nuevas medidas de reactivación económica? —Subsidios, más exoneraciones de impuestos a otros sectores, empresas públicas jugando un rol con sus inversiones, obra pública en infraestructura.
—Es importante considerar que aún desde el inicio de la pandemia siempre hubo una respuesta a la situación de crisis sanitaria, pero en paralelo siempre hubo una mirada hacia la recuperación económica y hacia las transformaciones estructurales que tenía pendiente el país. -Mencionó que la vacunación es la principal política económica y social. ¿Cuándo prevén que la economía pueda tener una apertura total por así decirlo?
-Esa pregunta no es para mí. Porque la apertura total va a depender de la evolución de la crisis sanitaria. No es algo que esté en condiciones de contestar. Aquí hay un grado de incertidumbre, que si bien está acotado por el proceso de vacunación, sigue estando en el mundo.
Nunca se perdió la mirada en el mediano plazo. Las respuestas para la pandemia, no fueron un único paquete de medidas, sino que gradualmente se fueron adoptando conforme evolucionaba la pandemia. Esa mirada analítica y cuidadosa de la pandemia sigue estando. Hoy la principal política económica y social es la vacunación. Tenemos un proceso que está muy avanzado y Uruguay compara muy bien en el panorama internacional. Seguimos con la mirada atenta y si es necesario ajustar perillas para darle un empujón a la economía, lo vamos a hacer. Pero, en este momento estamos visualizando indicadores positivos en materia de actividad y también en materia de empleo.
—Desde la oposición se cuestiona al gobierno que no se prevén medidas de reactivación económica en la Rendición de Cuentas.
—Las medidas de reactivación han sido parte importantísima en el Fondo COVID en 2020 y lo serán en 2021. De los US$ 980 millones (del Fondo COVID este año) hay US$ 350 millones previstos en apoyo a las pequeñas y medianas empresas y a los sectores más complicados. Hay dos leyes específicas y luego se dio un apoyo más importante en materia de exoneraciones tributarias y a la seguridad social para los sectores más afectados por la pandemia. Por otro lado, el decreto de promoción de inversiones, el decreto para grandes construcciones y el decreto de vivienda social, todos esos apoyos (con exoneraciones tributarias) apuntan a la recuperación económica. No es correcta la afirmación de que no hay un apoyo a la recuperación económica. Desde el día 1 de la pandemia se trabajó en dos andariveles: los apoyos para atravesar la pandemia y en la mirada para tener una recuperación económica y retomar la senda de crecimiento.
—¿Hay espacio para incrementar más el gasto en la Rendición de Cuentas o si los legisladores quieren atender otros aspectos deben reasignar recursos?
—En la Rendición de Cuentas que presentamos, todo el aumento del gasto está dirigido a las políticas sociales. Esto es un hito en materia presupuestal. Si algún ministerio o algún organismo entienden que hay otra prioridad, ese organismo tiene la facultad de redireccionar los recursos que ya tenía asignados por presupuesto a esas otras prioridades. Pero desde el Poder Ejecutivo se ha enviado una rendición con todas las baterías puestas en las políticas sociales. Esto no es solamente una decisión del Poder Ejecutivo, ha sido conversado con todos los líderes de la coalición, quienes estuvieron absolutamente de acuerdo en que la prioridad en este momento tiene que ser la primera infancia y la integración social y habitacional de los sectores más vulnerables. Tenemos dos programas con dos financiamientos distintos. El de primera infancia se le asigna un presupuesto de US$ 50 millones anuales a partir del próximo año. Por otro lado, tenemos el programa de integración social y urbana que el financiamiento es a través de recursos que se dirigían al Instituto Nacional de Colonización y hoy van a un fideicomiso de administración que puede convertirse en un fideicomiso financiero. Esto quiere decir que ese fideicomiso puede emitir deuda, que se va a pagar con el flujo de los ingresos que antes iban a Colonización. Esto implica que entre los dos programas, de repente estamos hablando de US$ 500 millones para lo que queda del período presupuestal. Es una cifra muy potente. Y el fideicomiso nos permite, con el hecho de emitir deuda, aumentar ese financiamiento.
—Tras el planteo de Uruguay en el Mercosur de salir a buscar acuerdos comerciales, ¿cuáles son los próximos pasos? —Esto que se plantea es un paso muy importante. Uruguay empezó conversando con el resto de los Estados parte hablando de la idea de modernizar el Mercosur, de darle flexibilidad a poder negociar con terceras partes y en la última cumbre del Mercosur, el presidente de la República anunció que Uruguay se daba la libertad de comenzar a negociar con terceros. Con lo cual el siguiente paso es conversar con terceros. Es importante entender que este paso se da dentro del Mercosur. Uruguay apela a una modernización del Mercosur. Uruguay apela a que el nuevo consenso del Mercosur sea que cada uno de los Estados parte se sienta confortable en ir a negociar de a uno, de a dos, de a tres o de a cuatro.
—¿Con quién negociaría primero?
—Estamos en conversaciones con algunos países, que a medida que prosperen lo vamos a estar comunicando. Pero somos muy positivos de que vamos a tener resultados auspiciosos. —¿Qué riesgo se corre de perder preferencias de exportación a Brasil y Argentina por esta decisión de Uruguay?
-Como dije en la respuesta anterior, Uruguay toma este paso dentro del Mercosur. Queremos un Mercosur adaptado a lo que es el siglo XXI. El Mercosur si uno mira los objetivos que indicaba el Tratado de Asunción en su artículo 1 ° y lo que se ha avanzado, es muy poco. No hay una unión aduanera, tenemos una zona de libre comercio imperfecta y por eso es que la siguiente etapa de aggiornamento del Mercosur debería ser que cada uno de los Estados parte tenga la libertad de negociar al ritmo que su economía lo proponga y con quién se quiera unir en ese momento. ¿Cuál es el objetivo de todo esto? Que el país, en concreto Uruguay, vela por un mayor crecimiento de su economía, por una mayor creación de empleo. Ese es el desvelo. Siempre distingo entre instrumentos y objetivos. El objetivo no es el déficit fiscal, el objetivo no es tener la lista de acuerdos: el objetivo es crecer, tener más empleo y bienestar para los uruguayos.
—¿No temen represalias de Argentina, con trabas a las importaciones desde Uruguay como ha sucedido en el pasado ante otras circunstancias, por ejemplo? —Las medidas que tomen otros países, no puedo hacer futurología sobre lo que va a suceder. Aquí no se trata de una pelea, por eso la palabra represalia no me parece que sea oportuna. Aquí se trata de llegar a un consenso donde todos los Estados parte se sientan cómodos. Si un país, ponías el caso de Argentina, quiere negociar los cuatro juntos, que lo podamos hacer. Si otro país, quiere negociar solo, que también lo pueda hacer. No estamos presentando esta fase de modernización del Mercosur como una pelea. La estamos presentando como la posibilidad de tener un menú de restorán donde cada uno elige su plato. Argentina elige el plato cuatro juntos, Uruguay elige el plato solo o dos juntos, bueno ese plato también está. Dentro del Mercosur estamos haciendo la propuesta.
—Pero hoy ese consenso no está. Argentina claramente no apoya esa línea, Paraguay tampoco, Brasil aparece más cercano a Uruguay pero no se sabe bien…
—Vamos a no adelantarnos a las posiciones que van a tomar los demás países. Uruguay fue bien claro en la última cumbre y seguimos trabajando para que pueda haber esa flexibilidad en un Mercosur más moderno.