Alcohol, mitos y verdades
Expertas en nutrición derriban creencias y confirman datos acerca del alcohol
Expertas en nutrición derriban creencias. El efecto en las dietas.
Esta nota no puede comenzar de otra manera que resaltando que las bebidas alcohólicas son potencialmente dañinas para la salud si no se tienen en cuenta los factores frecuencia y cantidad, entre otras variables.
Pero hoy en día, momento en que internet y las redes sociales abren paso a espacios que están repletos de mitos, desinformación o información errónea sobre este y otros temas, al hablar del alcohol, la salud y la pérdida de peso que se busca a través de diferentes dietas, es necesario acudir a expertos.
Seguramente alguna vez haya leído o escuchado que “una copa de vino hace bien al corazón”, o que las bebidas alcohólicas “fijan las grasas” en nuestro cuerpo. Estos son solo dos ejemplos de información que antes de repetirla se deberían confirmar con un profesional. Por eso El País habló con las licenciadas en Nutrición Soledad Mangieri y Lorena Balero para confirmar las verdades y derribar los mitos.
CALORÍAS. El consumo regular de bebidas alcohólicas puede dificultar el control del peso corporal. “El alcohol aporta siete kilocalorías por gramo de etanol”, explicó Mangieri, quien agregó que estas son “calorías vacías” ya que no presentan ningún tipo de aporte nutricional. “No cumplen ninguna función para el metabolismo, por lo que la persona al tomar una bebida alcohólica no recibe un nutriente específico. Lo que sí está recibiendo es energía proveniente del alcohol. Por eso, además de tener en cuenta la cantidad y la frecuencia, hay que ver que cada tipo de bebida tiene diferente concentración alcohólica”, detalló.
En el caso de consumir alcohol conviene elegir bebidas que presenten bajo contenido alcohólico como, por ejemplo, la sidra, la cerveza o el vino.
La licenciada en Nutrición Lorena Balero agregó que, además de no aportar nutrientes, las calorías “vacías” se suman “al total de calorías que la persona consume en el día y siempre que se consuman más calorías de las que se necesitan a diario eso, a la larga, se reflejará en un aumento de peso”.
Y respecto a la graduación alcohólica que tienen las diferentes bebidas, resaltó que “a mayor graduación alcohólica, aportará más calorías vacías”.
Balero añadió que también hay que prestar atención a las bebidas alcohólicas que se mezclan con otras, sobre todo si esas otras son gaseosas: “En un whiscola o un ron con cola, por ejemplo, a esas calorías vacías que aporta el alcohol se suman azúcares añadidos y bebidas carbonatadas”.
En resumen, las bebidas alcohólicas aportan calorías pero ningún nutriente, por lo que “será más fácil ganar peso si continuamente sumo alcohol a mi dieta que si no lo hago. También por eso es importante controlar la frecuencia y la cantidad de alcohol que se consume”, comentó la nutricionista Balero.
En este aspecto, el vino puede llegar a ser visto como una mejor opción que la cerveza, por ejemplo, porque sus componentes no causan tanto aumento de peso sino hinchazón. Pero igualmente sigue siendo una bebida alcohólica que tiene el poder de ser dañina si no se respetan las variables frecuencia y cantidad.
Todo lo que la persona consume es metabolizado para obtener los nutrientes que el cuerpo necesita. En el caso del alcohol, señaló Balero, “al principio un poco no se metaboliza y se elimina por el aliento, el sudor o la orina. Pero el resto que va quedando se tiene que metabolizar y una vez que entra al hígado compite allí con distintos nutrientes a los que le saca lugar, por lo que de esta manera interfiere en el metabolismo de la persona”.
AGUA Y HIELO. Además de elegir las bebidas con menor concentración de alcohol, una recomendación a seguir es que se consuma junto a hielo o agua. Desde el punto de vista de la salud eso tiene una explicación: es bueno “beber despacio y en lo posible agregar hielo para que la bebida esté fría y que a la vez se esté diluyendo en agua”, dijo Mangieri.
El porqué: “Cuanto más caliente está el alcohol, se da una mayor cantidad de absorción del mismo por parte del organismo. El alcohol se disuelve mejor en agua, por lo que se distruibuye con el agua corporal y disminuye la concentración en el cuerpo”.
Con el mismo objetivo, se aconseja también que se alternen bebidas que tengan alcohol, con las que no y acompañar siempre con alimentos, ya que estos retardan el pasaje de alcohol a la sangre.
Balero señaló que el famoso consejo de alternar la toma de bebidas alcohólicas con agua o agregarle algunos cubitos de hielo justamente es “para ayudar y darle tiempo al hígado a metabolizar el alcohol. El hígado tiene cierta capacidad para metabolizar los nutrientes, entonces cuando uno bebe agua se frena de alguna manera la cantidad de alcohol que entra por hora; es como un embudo que ayuda al organismo y le da más tiempo”.
En relación al alcohol y la ganancia de peso que puede generar en quien lo consume, Balero concluyó que “si una persona está buscando cuidarse, que beba una vez cada tanto una copa de alcohol, por ejemplo de vino, no es algo que le vaya a generar un desequilibrio en la balanza, pero si todos los días esa persona bebe o lo hace en proporciones que son desmedidas, a la larga la balanza lo mostrará”.
Los casos y recomendaciones mencionados en esta nota son en relación a un consumo no problemático de alcohol. Si considera que usted o alguien de su entorno tiene problemas con el alcohol, puede comunicarse con Alcohólicos Anónimos Uruguay al teléfono 2400 3501 o vía mail osg@alcoholicosanonimos.org.uy.