A LAS CALLES.
Las protestas del domingo 11 de julio fueron históricas porque, a diferencia del Maleconazo de 1994, ocurrieron en buena parte de la isla y no solo en La Habana. En los días siguientes hubo algunos enfrentamientos callejeros (uno de ellos terminó con un fallecido, según admitió el gobierno) y luego el país entró en una tensa calma. El futuro es una incógnita y el gobierno habilitó que los viajeros que entren a Cuba puedan llevar productos de limpieza, alimentos y también medicamentos sin pagar aranceles ni otras limitaciones.