Mujer policía no murió por pastillas
El 19 de febrero de este año, una mujer policía fue encontrada muerta en su dormitorio en un apartamento ubicado en Millán y Lecocq. Su hijo, de siete años, había pedido ayuda a los vecinos tras ver que su madre no reaccionaba. La pareja de la agente, Osmar F., se fue del apartamento dejando la puerta cerrada del lado de afuera.
En un principio, la investigación apuntó a un posible intento de autoeliminación de la agente con sobredosis de pastillas. Sin embargo, un reciente informe entregado a la fiscal del caso, Gabriela Fossati, concluyó que no había sustancias en el cuerpo de la mujer fallecida.
Ahora la fiscal espera que se reúna una junta forense para determinar la causa de la muerte de la policía. Se sospecha que pudo haber fallecido asfixiada por su pareja y que no hayan quedado marcas del homicidio. La pareja de la agente tiene antecedentes penales, era adicto al consumo de drogas y salía a robar con el arma y el chaleco policial.
LAS LLAVES. El caso conmovió a la opinión pública. Tras escuchar los gritos de auxilio del niño, el vecino buscó a Julia (nombre ficticio), tía del niño, que vivía en un apartamento cercano del mismo complejo. Poco después, ambos llegaron a la puerta del apartamento de la mujer policía. Mientras esperaba, Julia llamó a Osmar F. y a la Policía. A su cuñado, Julia le preguntó si sabía qué le había sucedido a su hermana. Osmar F. le respondió que no sabía.
Julia: ¿Sabés si ella tomó medicamentos?
Osmar F.: No sé. Vi Clonazepam arriba la mesa de luz.
Julia: ¿Te llevaste los dos juegos de llaves del apartamento?
Osmar F.: No. Solo el mío. Decile al niño que busque encima de la heladera. Ahora fui a visitar a mi hijo. Vuelvo en un rato.
Jamás regresó.
La Policía encontró muerta a la agente en su dormitorio. Su familia, asistida por los abogados Juan Fagúndez y Daniel Piedra, considera que la Fiscalía debería investigar un eventual homicidio.