El Pais (Uruguay)

Las expectativ­as de los cocineros

Cinco participan­tes de “Masterchef: Celebrity 2” cuentan su mejor plato y otros secretos

- NICOLÁS LAUBER

Esta semana empezaron a divulgarse los nombres de los primeros famosos que audicionar­án para ser elegidos en la segunda temporada de Masterchef: Celebrity que se estrenará, muy pronto por la pantalla de Canal 10.

El formato, que en su primera edición Celebrity finalizó con la victoria del cantante y carnavaler­o Aldo Martínez, regresa con una nueva camada de famosos quienes competirán por un lugar dentro del equipo de cada jurado que otra vez son los chefs Sergio Puglia, Ximena Torres y Laurent Lainé.

Al igual que el año pasado, la lista de famosos incluye artistas, deportista­s y personalid­ades de la radio y la televisión. Y se espera que para el martes 20 quede completa la plantilla con las 30 celebridad­es de esta nueva temporada.

Cinco de estos aspirantes a maestro de la cocina, el cantante argentino (y hermano de Susana) Patricio Giménez, la periodista Sandra Rodríguez, el actor Robert Moré, la cantante Josefina Damiani y el periodista Julio Ríos contestaro­n un cuestionar­io de El País. Allí contaron los motivos que los llevaron a aceptar sumarse a esta competenci­a de cocineros, hablaron de su platillo insignia, y también su mayor limitación en la cocina.

—¿Que les interesó para aceptar sumarse a Masterchef? —Patricio Giménez: Masterchef

es un programa muy importante de Uruguay y del mundo, y siempre tuve una inquietud especial con la cocina. Si bien no soy profesiona­l ni mucho menos, es un universo que siempre me atrajo y ha estado maridado con mi música, porque cuando hago un show el público también viene a comer. Esto se planteó de una manera más competitiv­a y profesiona­l y estoy tratando de aprender lo más que puedo. Tengo la suerte de tener amigos que me ayudan y tengo la desventaja de estar viviendo en un hotel, y si bien me prestan la cocina no es lo mismo a estar en tu casa cocinando tranquilo. Así que con las virtudes y dificultad­es acepté el desafío.

—Sandra Rodríguez: Cuando me llamaron, me pareció divertido participar en una temática de la que no tengo ni idea. No es que no me guste cocinar sino que no hay tiempo en mi vida para la cocina, aunque mis hijos me reclaman. Pero te diré que la invitación despertó en mi la curiosidad por aprender y tratar de explorar el para mí extraño mundo de la cocina. —Robert Moré: La idea que me sedujo del programa fue cocinar. Soy bastante limitado y me encanta el desafío de hacer algo nuevo. Soy súper competitiv­o, quiero ganar a todo. El año pasado sabía que no tenía las armas para ganar, pero era un desafío para mí mismo. Estoy grande y soy muy básico para cocinar, entonces eso me encantó. El show de ver gente cocinando, corriendo y el jurado probando me pareció entretenid­o, porque a su vez es educativo para poder comer mejor. Eso es algo que con mis hijos trato de lograr. Yo trato de comer mejor y balancear las comidas, y que en un show televisivo se pueda hacer eso, me sedujo. Este año, vine con más preparació­n y tengo otros objetivos.

—Josefina Damiani: Es una alegría enorme que me hayan invitado a participar. En un año tan particular como este en el que los artistas nos vimos tan limitados a trabajar y a mostrar lo que hacemos, siento que esta podría ser una lindísima oportunida­d. Me ilusiona conocer Masterchef por dentro, compartir la experienci­a con los demás participan­tes. Y si bien esto no tiene nada que ver con la música, creo que va a enriquecer­me mucho como profesiona­l y como persona. Lo veo como un gran desafío.

—Julio Ríos: Acepté participar porque es salir de mi zona de confort y siempre me gustó salir y aceptar desafíos nuevos, y vaya que este lo es. Es un salto al precipicio, esperemos que mientras caigo se abra el paracaídas.

—¿Cuál es su mejor plato? —Giménez: Me gusta mucho la cocina cubana y peruana, pero mi mejor plato creo que es un estofado, uno en especial que se llama Ropa Vieja, pero como lleva mucho tiempo de cocción, dudo que pueda calificar para el programa.

Rodríguez: Yo soy experta en “arroz con leche” para mis hijos y a mi marido les encanta y me he hecho famosa en las reuniones de amigos: “Sandra trae arroz con leche”, dicen. Algo es algo.

Moré: Mi plato principal que fue el que aprendí el año pasado para presentarm­e y que no pude hacer, es lasaña casera que me enseñó un amigo que es cocinero. Mi plato fuerte es hacer la parrilla, aunque paradójica­mente quedé eliminado con un chorizo al pan. Por eso este año volví con una fuerza tremenda y quiero comerme la pantalla.

Damiani: La verdad es que recién este año me mudé y me independic­é de mis papás, así que recién ahora estoy teniendo un verdadero contacto con la cocina. Siempre fui de cocinar cosas para la hora del té, me vuelven loca las comidas con mucho picante y ahora también se me dio por la pasta. Creo que mi mejor plato por ahora sería ñoquis de papa caseros con salsa filetto.

Ríos: Mi mejor plato son los ravioles con pollo. No soy precisamen­te un gran exponente de la comida gourmet.

—¿Cuál sienten que es su mayor limitación en la cocina? Giménez: Empecé a darme cuenta que hay un mundo detrás de la cocina y lo empecé a respetar mucho más cuando uno ve el profesiona­lismo y conocimien­to de los jurados. Entonces siento muchas más limitacion­es. Uno se da cuenta que sabe mucho menos de lo que creía.

Rodríguez: El no tener tiempo es mi mayor limitación, lo que no quita que quiera aprender y no me salga. Lo mío es la gestión, lo empresaria­l y el deporte, “me gustaría saber cocinar” pero no puedo, hoy por hoy no me da el tiempo.

Moré: Mi mayor limitación son las cosas dulces. Lo otro al “tun tun” la llevás, pero en lo dulce las medidas tienen que ser exactas, sino no te salen las cosas, y ahí es donde me desbarajus­to. Lo dulce no es ni de cerca mi fuerte, aunque es lo que más me gusta.

Damiani: La falta de práctica y de experienci­a. Es lo que me pone más nerviosa para esta competenci­a, ya que al ser por tiempo, la práctica es fundamenta­l.

Ríos: En este momento la mayor limitación es que perdí el training. En un momento estaba muy apegado a la cocina y me gustaba cocinar, aunque una cosa es cocinar en tu casa con tus tiempos, y otro en la competenci­a donde tenés horarios que te limitan. Aparte, la cocina gourmet es un escalón bastante alto para lo que uno está acostumbra­do a hacer. Pero no hay peor cosa que no encarar los desafíos y no intentarlo. Por encima de todo, esto es un reality y consiste en disfrutarl­o, divertirte, conocer gente nueva, colegas que uno conoce superficia­lmente pero que ahí, compartien­do tantas horas juntos podés conocerlos más.

“No soy precisamen­te un gran exponente de la comida gourmet”, dice Julio Ríos.

“Soy súper competitiv­o, quiero ganar a todo”, dice Robert Moré.

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