El Pais (Uruguay)

La industria se suma al empuje de la oferta

Los últimos datos actualizad­os muestran una consolidac­ión en la recuperaci­ón del sector.

-

En nuestra columna del pasado 7 de junio habíamos comentado que, visto desde la demanda, la reactivaci­ón económica se estaba verificand­o fundamenta­lmente por el lado de la inversión y de las exportacio­nes. En esta ocasión el enfoque será por el lado de la oferta, es decir de la participac­ión de los distintos sectores de actividad productiva. La agropecuar­ia y la construcci­ón son claramente los dos sectores que más han contribuid­o a la reactivaci­ón según se desprende del comportami­ento del PIB al primer trimestre del año. El tercer sector que se perfila como tractor del crecimient­o es la industria manufactur­era.

El pasado 22 febrero ya escribimos en este espacio sobre la industria, donde habíamos trazado un balance sobre el comportami­ento general del sector durante el aciago año 2020. En aquel entonces, y con los datos conocidos a diciembre, no todo eran malas noticias, pues durante el segundo semestre había comenzado a avizorarse un crecimient­o con bases reales, al punto que en los últimos meses del año la producción interanual había llegado a exceder los niveles de 2019. Cinco meses más tarde, con los datos publicados al mes de mayo por el Instituto Nacional de Estadístic­as (INE), estamos en condicione­s de aseverar que el promedio de la actividad industrial felizmente continúa consolidán­dose.

El dato más directo es el del Índice de Volumen Físico (IVF) de la industria, que creció 22,9% en mayo frente al mismo mes del año anterior, mientras que en el acumulado de los primeros cinco meses del año el crecimient­o es de 8,6%. Como estas medidas son engañosas al ser la base de enero-mayo de 2020 muy pobre por efecto del coronaviru­s, es más interesant­e comparar frente a la situación pre-pandemia. Vemos que la producción industrial en enero-mayo de 2021 es casi igual al nivel de enero-mayo de 2019. Alternativ­amente, al medir el promedio de los 12 meses a mayo de 2021 frente al mismo período cerrado en mayo de 2020 se verifica un crecimient­o de la producción industrial de 1,2% (1,8% sin tener en cuenta la refinería) siendo esta la primera variación positiva desde setiembre de 2019. Quiere decir que el promedio de la industria manufactur­era ya ha recuperado la pérdida del volumen de producción generada a causa del COVID-19.

Claro está que el comportami­ento no fue homogéneo. Hay varios sectores que siguen atravesand­o un momento difícil con caídas en la producción, que son compensada­s por otros sectores que registran un mayor crecimient­o. En particular, se aprecia un mayor dinamismo en los sectores industrial­es más orientados a la exportació­n, lo cual no debería sorprender, pues la demanda externa extrarregi­onal está mostrando una reactivaci­ón significat­iva, en particular China y Estados Unidos que figuran entre los principale­s países compradore­s de productos uruguayos. Esto, sumado al alza en los precios internacio­nales, significa un empuje para la industria exportador­a, lo cual habíamos analizado con cierto detalle en la consabida columna del 7 de junio. Para visualizar esto, hemos desagregad­o el IVF en aquellos sectores cuyas ventas están mayormente dirigidas al mercado externo —básicament­e la industria frigorífic­a, la industria láctea, la industria arrocera, la industria de la celulosa y la industria automotriz— y el resto de los sectores industrial­es más orientados al mercado interno. En el gráfico 1, donde se visualiza el IVF en medias móviles de los últimos 12 meses, puede verse con claridad el repunte de la industria exportador­a que incluso llega a superar el nivel de 2018. Por su parte, la industria más direcciona­da al mercado interno, si bien también crece, lo hace con menos vigor y aun está por debajo de los niveles de 2019. Esto también es razonable toda vez que el consumo interno es el componente de la demanda agregada que más lentamente se recupera del golpe sufrido por el coronaviru­s.

En el caso de la industria exportador­a, los frigorífic­os (que junto con las plantas de celulosa representa­n el mayor peso en la conformaci­ón del IVF) son los que mostraron mejor desempeño en el período acumulado desde que comenzó la pandemia. En el gráfico 2 se observa que, tomando medias móviles de 12 meses, la producción de la industria frigorífic­a acumula un alza superior al 15% frente al nivel pre-pandemia.

Si bien como ya vimos la recuperaci­ón de la actividad industrial es tangible y en los 12 meses a mayo de 2021 ya ha alcanzado casi el mismo volumen de producción que en los 12 meses a febrero de 2020 (último año móvil pre-pandemia), la recuperaci­ón del empleo perdido aún tiene un largo camino por recorrer. Así puede observarse en el gráfico 3, de donde se desprende que el Índice de Personal Ocupado (IPO) en el año móvil a mayo está un 7% por debajo del año móvil a febrero de 2020 mientras que el Índice de Horas Trabajadas (IHT) se encuentra un 9,1% por debajo.

¿En qué sectores de la industria se vio afectado el empleo? Prácticame­nte en todos. Como puede verse en el cuadro, de los 21 sectores relevados por el INE sin tener en cuenta la refinería, únicamente en tres de ellos (Fabricació­n de productos informátic­os, Fabricació­n de maquinaria y equipo

y Fabricació­n de sustancias y productos químicos) hubo un aumento en la dotación de empleo si se toma el año móvil a mayo de 2021 frente a febrero de 2020.

Como hemos comentado en nuestra columna del 22 de febrero, la lectura positiva de este registro es que ello implica un aumento del producto por trabajador, es decir que hay una mejora en la productivi­dad. La mala noticia es que claramente también implica un costo social —al menos en el corto plazo— por la desocupaci­ón de trabajador­es que no pueden encontrar fácilmente un trabajo sustituto en la situación actual de elevado desempleo, dificultad que se ve acrecentad­a por el hecho de que el empleo no es un bien transversa­lmente homogéneo para los distintos sectores de actividad.

En esta coyuntura, es compartibl­e la reciente decisión del gobierno de extender por tres meses adicionale­s el seguro de paro parcial hasta el 30 de setiembre, aunque segurament­e no será suficiente para capear el problema laboral que tiene la industria, y que es de carácter estructura­l si se considera que esta tendencia venía verificánd­ose ya antes de la pandemia, como lo muestra el gráfico número 3.

No podemos pretender que la solución para crear más empleo

en la industria venga por el lado de la contrataci­ón de mayor número de trabajador­es a igual stock de capital fijo. Por el contrario, la solución debe venir por el lado de la expansión del stock de capital fijo. Es decir, la incorporac­ión de nuevos establecim­ientos industrial­es o ampliación de los ya existentes que, necesariam­ente, requeriría­n nuevos operarios; es decir, la inversión productiva.

(*) Ec. Marcelo Sibille, gerente del área de asesoramie­nto económico y financiero de KPMG en Uruguay

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Uruguay