Gobierno mantiene el plan de apertura pese a variante Delta
En primavera proyectan flexibilizar el cierre de fronteras y facilitar el ingreso de turistas
■■ El ingreso a Uruguay de la variante Delta del coronavirus —el sábado el MSP informó de los primeros 26 casos— no frenará el programa de reapertura de actividades que se ha trazado el gobierno.
“Por ahora, no”, contestó ayer domingo el presidente Luis Lacalle Pou, durante una visita al Hospital Militar, acerca de si había algún cambio en la estrategia. El mandatario fue más lejos: adelantó que se proyecta para la primavera flexibilizar el cierre de fronteras y permitir el ingreso de turistas extranjeros que hayan completado su esquema de vacunación. De todos modos aclaró: “No tomen al pie de la letra que en primavera se va a abrir, (pero) estamos pensando con ese horizonte”.
Lacalle Pou reiteró su posición contraria a la obligatoriedad de la vacuna contra el covid. “Yo sigo sosteniendo que no debe ser obligatoria”, dijo, reconociendo que en el gobierno hay quienes tienen otra postura en este tema.
Las cifras de la pandemia siguen bajando en Uruguay. Ayer se registraron 150 casos nuevos y cuatro fallecimientos por COVID-19. Según el reporte del Sistema Nacional de Emergencia (Sinae), en todo el país hay cursando la enfermedad 4.534 personas, 113 de ellas internadas en CTI.
El viento, frío y húmedo, soplaba fuerte, y el presidente Luis Lacalle Pou se aprestaba ayer por la mañana a sacarse la última foto de la visita al Hospital Militar para conmemorar el 113º aniversario. Posaba junto con el ministro de Defensa, Javier García, el director del centro de salud, Eduardo Ferreira y el director nacional de Sanidad de las Fuerzas Armadas, Carlos Rombys. Los cuatro de tapabocas, como es natural en la nueva normalidad, pero a Lacalle se le ocurrió imaginar el impacto visual que provocará esa imagen cuando la pandemia por el coronavirus sea un viejo capítulo de la historia casi olvidado. “Si alguien ve esta foto dentro de un tiempo, van a decir: ¿Qué hacían con esos tapabocas?”, bromeó en voz alta.
El impacto del COVID-19, lejos de ser historia, todavía es un presente importante en Uruguay, pese al auspicioso avance de la vacunación —el país está entre los cinco Estados que más inmunizaron en el mundo— y al relativo control epidemiológico que comienza a consolidar el descenso progresivo de todos los indicadores (fallecidos, internaciones y casos activos). Uruguay alcanzó ayer, de hecho, el nivel de alerta amarilla del Índice de Harvard, luego de meses en rojo y naranja.
El flagelo de la pandemia es un presente, no obstante, sobre todo por la incertidumbre que hay respecto a su final, especialmente luego de la detección este sábado de los primeros 26 casos de pacientes infectados con la variante Delta, que tiene un mayor grado de peligrosidad incluso que la P1, la cepa que predomina en el país.
Pero esto no cambia los planes del gobierno, que continúa mirando hacia “ese horizonte” en el que comienza a darse vuelta la página de la emergencia sanitaria, para encarar la definitiva reactivación de la economía. “Por ahora, no”, contestó ayer el presidente acerca de si cambiaba algo la política de apertura del gobierno con la aparición de la nueva mutación viral, de origen indio.
Y adelantó incluso que para la primavera el Poder Ejecutivo piensa flexibilizar el cierre de fronteras y permitir el ingreso de turistas extranjeros que hayan completado su esquema de vacunación, sin que distorsione ese objetivo la presencia de la nueva cepa. “No cambia (los plantes), porque no estamos hablando ni de esa semana ni del mes que viene. Estamos hablando en principio de primavera”, contestó en rueda de prensa en el Hospital Militar, y agregó: “No tomen al pie de la letra que en primavera se va a abrir, (pero) estamos pensando con ese horizonte”.
Se refirió entonces a la “obligación” de anticiparse a ese momento, y atender cuanto antes al turismo, “uno de los sectores más golpeados” que necesitan reactivarse de inmediato. “Sí podemos ir pensando, si así lo permite todo esto que esta
mos viviendo y las nuevas variantes, en abrir la frontera en primavera para algunas personas que estén inmunizadas”, declaró. Luego se retiró del Hospital Militar para participar de la colocación de la ofrenda floral en el Obelisco, en el marco de las actividades por la Jura de la Constitución.
DOS VISIONES. El riesgo de generar una suba de casos al permitir el ingreso de extranjeros vacunados dentro de unas semanas, en plena expansión de la variante Delta, es una incógnita, como todo lo que ocurre en las ciencias biológicas. Para el infectólogo y director Hospital
Pediátrico del Pereira Rossell, Álvaro Galiana, puede asegurarse cierta confianza en la protección otorgada por los altos porcentajes de vacunación que ya tiene hoy Uruguay, aunque sí identifica “algún riesgo” en aquellos que todavía no se agendaron para vacunarse.
“Que visiten Uruguay personas bien inmunizadas, con sus
dos dosis administradas, es algo que no me parece fuera de lugar. Lo que me parece central es completar lo más posible las dos dosis de las personas en el Uruguay”, dijo a El País el experto, que propuso al gobierno exigir test de PCR a todos los extranjeros a la semana de visitar Uruguay.
Una opinión diferentes es la de la infectóloga Sofía Griot, para quien hay razones para ser escépticos. Dijo que todavía no se produjo conocimiento sobre la capacidad de respuesta de las vacunas de Sinovac ante la cepa proveniente de India.
“No hay ningún trabajo que lo testee. Los países donde se la
han usado no son países en donde haya llegado la Delta todavía, sino que tienen vacunas de ARN” mensajero, agregó la también docente de la Universidad de la República.
En Uruguay, precisamente, la mayoría de las personas —un 69,7% de la población vacunada— ha recibido hasta ahora vacunas del laboratorio chino, mientras que a 28,6% se le administró Pfizer y a 1,69% Astrazeneca. La protección de las vacunas de estos dos últimos laboratorios contra la nueva variante Delta ya fue analizada en algunos estudios, que concluyeron pérdidas de efectividad “no significativas”.
Galiana: “Que visiten Uruguay personas bien inmunizadas no está fuera de lugar”.