GACH: un “dream team” contra la pandemia
Autor de Todo un país detrás habla del “espíritu colectivo” de los científicos
Nosotros tres solos no somos nada”. Así es el título de la entrevista central del libro Todo un país detrás. El GACH o los 450 días en que la política redescubrió a la ciencia en el que Rafael Radi, Henry Cohen y Fernando Paganini, líderes del Grupo Asesor Científico Honorario, hablan sobre la pandemia desatada por COVID-19. Esa afirmación refleja “el espíritu colectivo y la búsqueda de la excelencia” que ha atravesado la actuación de los científicos desde abril de 2020 hasta el reciente cierre de su actividad, según el autor Pablo Cohen.
Con varios años de trayectoria como periodista y escritor en ambas orillas del Río de la Plata y varios libros de entrevista publicados, Cohen afirmó en el ciclo Calidad de Vida en El País que los coordinadores del GACH son un verdadero “dream team” que se convirtió en un “símbolo afectivo de la sociedad uruguaya”. Radi, Cohen y Paganini, rostros visibles de un equipo de 55 científicos, se convirtieron en una figura protectora que “daba consuelo y tranquilidad” en un momento de gran incertidumbre por la emergencia sanitaria.
“Son tres número uno y armaron un dream team conformado por profesionales como Mónica Pujadas (pediatra), Pablo Muxi (hematólogo) y Hamlet Suárez (otorrinolaringólogo)”, entre otros, quienes también se destacan en sus disciplinas, señaló Cohen.
Todo un país detrás incluye entrevistas extensas con los tres coordinadores del GACH, con el presidente de la República, Luis Lacalle Pou, y con el secretario de la Presidencia, Álvaro Delgado; además de testimonios y textos especiales de diversas personalidades e intelectuales. El libro, el décimo de Cohen, cuenta con la participación de la periodista cultural argentina Patricia Kolesnicov, quien se encargó de entrevistar al gastroenterólogo.
Una intimidad que reveló Cohen en la entrevista: su padre y Radi ya eran amigos (además, el gastroenterólogo fue docente del bioquímico), así como lo eran Radi y Paganini, pero el trabajo codo a codo por más de un año, profundizó la amistad entre los que ya se conocían y creó amistades nuevas. “Eso le sirvió a ellos; se convirtieron en un bloque impenetrable. Le sirvió al GACH y toda la sociedad civil”, apuntó.
Respecto a la relación con el gobierno, el autor relató: “Lo aclaran muy bien y muy profundamente en el libro. No fue un lecho de rosas pero tampoco fue esa relación demoníaca que algunos hubieran soñado. Ellos mantuvieron autonomía técnica y científica. Eso hizo que ellos pudieran hacer todos los informes y que después el Poder Ejecutivo tomara las recomendaciones que le parecían correctas sin que la relación se alterara. Por supuesto que hubo rispideces como en toda democracia liberal, pero también triunfó la tradición uruguaya porque las partes se sumaron”.
Y el periodista y escritor añadió: “En un país con mucha grieta como es la Argentina de (Alberto) Fernández o el Brasil de (Jair) Bolsonaro, un GACH hubiera sido imposible”.
En el libro también se leen testimonios de diversas personalidades —desde los exbailarines Julio Bocca y María Noel
Riccetto a los científicos Gonzalo Moratorio y Pilar Moreno, entre otros— sobre qué significó para ellos el trabajo del GACH; y textos de plumas invitadas como la historiadora Ana Ribeiro, el historiador y politólogo Gerardo Caetano (responsable del prólogo), el expresidente de la República Julio María Sanguinetti (epílogo), el escritor Raúl Castro (encargado de un poema de retirada); además del neurólogo Conrado Estol y el analista Carlos Pagni, ambos argentinos.
La primera edición de Todo un país detrás se agotó en “menos de una hora” en todo el país, dijo su autor. De la segunda edición todavía quedan algunos ejemplares. Parte de la recaudación por la venta será destinada a la Academia Nacional de Ciencias y a la Fundación Manuel Pérez de la Facultad de Medicina de la Universidad de la República a pedido expreso de los coordinadores del GACH.
El título del libro evoca a una canción de Jaime Roos, quien cedió su uso. Cohen contó que el músico le dijo: “¿Si no es para esto, ¿para qué?”.