La credibilidad del BCU, el dólar y su traspaso a precios
Un estudio de técnicos del Banco Central muestra cómo se relacionan
Un trabajo de técnicos del Banco Central (BCU) encontró que en Uruguay el traspaso de las variaciones del dólar a precios domésticos es mayor que en otros países debido a la menor credibilidad de los agentes (empresas, hogares, etc.) en la política monetaria. Este es un aspecto clave cuando el BCU acaba de subir la tasa de interés de referencia para moderar la inflación (ver aparte).
“La estimación del traspaso del tipo de cambio (a precios) es fundamental para comprender y proyectar la dinámica inflacionaria en economías abiertas. En este trabajo, estimamos un modelo Neokeynesiano de escala mediana para la economía uruguaya para analizar la estimación del traspaso de tipo de cambio”, sostienen los autores Fernanda Cuitiño y Laura Zacheo del BCU y Juan Pablo Medina de la Business School de la Universidad Adolfo Ibáñez (Chile) en el trabajo “Traspaso del tipo de cambio condicionado a shocks y credibilidad de la política monetaria: el caso de Uruguay”.
El tipo de cambio (es decir, lo que vale el dólar) es un “precio relativo que determina la demanda relativa entre los bienes nacionales y extranjeros y las asignaciones de recursos entre los sectores relevantes (por ejemplo, transables -que se comercian con el exterior- frente a no transables -que se comercian localmente-)”, indican los autores.
“Al mismo tiempo, la dinámica del tipo de cambio tiende a afectar el comportamiento de la inflación. En el caso de las economías emergentes con cierto grado de flexibilidad cambiaria, el control de la inflación suele verse afectado por el movimiento del tipo de cambio”, añaden.
“Esta relación generalmente se captura mediante el traspaso del tipo de cambio, que mide el tamaño de la variación del tipo de cambio que se traduce en inflación interna. Desde una perspectiva de política, el grado de traspaso del dólar en un país afecta la efectividad del tipo de cambio como amortiguador para ayudar a mantener el equilibrio interno y externo de una economía”, explica el estudio.
¿Qué sucede en Uruguay? El trabajo afirma que “hay dos elementos cruciales a considerar al modelar la economía uruguaya en términos de la dinámica de la inflación, el tipo de cambio y la política monetaria”.
Uno de ellos, es que “hay que tener en cuenta que el Banco Central se preocupa por evitar fluctuaciones en el tipo de cambio al decidir la tasa de interés” de referencia.
El otro elemento que es “importante considerar”, agrega, es “el anclaje imperfecto de las expectativas de inflación en torno a la meta de inflación. Ambos ingredientes deben incluirse conjuntamente para que tengan un buen ajuste empírico”.
Las estimaciones realizadas “muestran una clara evidencia de que, desde la perspectiva del mercado, el Banco Central busca estabilizar el tipo de cambio al realizar su política monetaria y tiene dificultades para mantener bien ancladas las expectativas de inflación”.
Trabajos previos han mostrado como la inflación ha estado más del 80% del tiempo fuera de la meta y como las expectativas están ancladas pero a un nivel fuera de la meta oficial.
¿Qué resultados encontraron los autores? Según el estudio, hay “diferencias significativas entre los traspasos de tipos de cambio condicionales, dependiendo del shock que esté golpeando la economía, del componente del Índice de Precios del Consumo (IPC) considerado y del supuesto de formación de expectativas de inflación del sector privado”.
Por un lado, “la dinámica que subyace a las fluctuaciones” del dólar “es diferente para cada shock” que recibe la economía uruguaya, expresa.
“Como resultado, obtenemos diferentes grados de traspaso de tipo de cambio según el shock que desencadena el movimiento del dólar. En general, el traspaso de tipo de cambio (a precios) tiende a ser menor para los shocks que tienen un mayor efecto de demanda agregada. El traspaso de tipo de cambio más pequeño ocurre luego de un shock sobre la inflación externa, ya que en ese caso el traspaso de tipo de cambio sobre la inflación de los bienes domésticos es negativo, incluso bajo la creencia de una meta de inflación cambiante”, señala el estudio.
“El traspaso de tipo de cambio para los precios de los bienes importados es más alto que para los precios de los bienes nacionales, ya que estos últimos tienden a absorber parte del ajuste de precios relativos requerido por los shocks”, añade.
“Con todo, el traspaso de tipo de cambio para la inflación general es bastante relevante (similar a otras estimaciones para Uruguay) cuando tenemos en cuenta la creencia privada de (que va a) cambiar la meta de inflación”, explica. Esto es, cuando pese a que la meta oficial se mantenga en 5% (con una tolerancia de 2 puntos porcentuales hacia abajo y hacia arriba), los agentes perciben que en realidad el BCU tiene un objetivo superior (que la inflación no pase el 10%, por ejemplo).
Por ello, los autores sostienen que “el grado estimado de credibilidad imperfecta es bastante relevante y muestra una variación significativa entre los shocks y a lo largo del tiempo”.
“Condicionado a un shock específico, el traspaso de tipo de cambio a precios es menor cuando el shock tiene un efecto compensador mayor en la demanda agregada” y “también es menor cuando la política monetaria es creíble para mantener constante la meta de inflación”, añaden.
Entonces, la credibilidad en la meta de inflación y la política monetaria ha sido baja en Uruguay, lo que hace que el efecto de una suba del dólar sobre los precios, es decir el traspaso del tipo de cambio, sea mayor.